Los representantes de seis partidos políticos se han comprometido hoy a paralizar la construcción del ATC en Castilla-La Mancha en el caso de que gobernaran la región a partir de mayo.
Seis fuerzas políticas de Castilla-La Mancha que concurrirán a la elecciones autonómicas de mayo han firmado hoy un documento por el que se comprometen a paralizar la construcción del ATC en Villar de Cañas (Cuenca) si llegan al Gobierno regional.
En concreto, los partidos que han rubricado este compromiso han sido PSOE, IU, Podemos, UPyD, Equo y PCAS, formaciones que han advertido de que la energía nuclear no debe ser el modelo de desarrollo para Castilla-La Mancha y han apostado por un modelo sostenible basado en las energías limpias y renovables.
El documento aprobado compromete a los partidos a que, tras las elecciones, desde el gobierno o desde la oposición, realicen «todos los pasos legales posibles» para paralizar definitivamente el proyecto del ATC en Villar de Cañas o cualquier otra localidad de Castilla-La Mancha.
También recoge que el rechazo al ATC será «uno de los asuntos prioritarios» en la campaña electoral de cara a los comicios del 24 de mayo.
Tras la firma del acuerdo en el centro cívico del barrio de Buenavista en Toledo, los representantes políticos firmantes han plantado cuatro cerezos: uno por cada año transcurrido desde el accidente nuclear de Fukushima, que es considerado el accidente más grave de la historia de la energía nuclear tras el de Chernóbil.
Con este compromiso, los partidos quieren «dar la vuelta a la situación» y parar el proyecto del ATC «desde el ámbito político», al igual que fue «por conveniencia política», a su juicio, por lo que se eligió Villar de Cañas.
Para estas seis fuerzas políticas, con este pacto, se «echa por tierra el único argumento» del Consejo de Ministros del 30 de diciembre de 2011, según el cual se eligió el municipio conquense por «la consecución del mayor consenso social, territorial e institucional», pese a estar en cuarta posición en el informe de la «Comisión Interministerial para el emplazamiento del ATC».
Entre otros motivos para parar el ATC, exponen que hay informes que no consideran idóneos los terrenos para ubicar el cementerio de residuos nucleares desde el punto de vista geológico, geotécnico, hidrológico e hidrogeológico, «sin descartar el riesgo sísmico».
También afirman que el ATC «podría no ser necesario, con lo que se ahorrarían más de 2.800 millones de euros de dinero público» porque las centrales nucleares tienen almacenes de residuos nucleares anejos a las centrales o están dando pasos para tenerlos.
El portavoz del PSOE en las Cortes de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha resaltado que su partido ha estado «desde el primer momento» en contra del ATC, incluso planteando acciones judiciales, y ha defendido su apuesta por las energías renovables.
Por su parte, el representante de IU Jacobo Medianero ha avisado de que la instalación del cementerio nuclear «no es la solución» a la despoblación del medio rural sino que «frena el desarrollo» y ha abogado también por los «empleos verdes».
Lo mismo ha dicho el secretario general de Podemos Castilla-La Mancha, José García Molina, quien ha defendido la necesidad de «trabajar por un cambio de modelo energético que vaya pasando de la dependencia de las energías derivadas del petróleo hacia un modelo de energías limpias y renovables».
Además, la representante de Equo Castilla-La Mancha Azucena García Gual ha opinado que la ubicación del ATC en Cuenca es «una grave injusticia social y medioambiental» para la región, mientras que Juana María Cano, de UPyD, ha rechazado el «interés partidista» de este proyecto.
Por su parte, el secretario general de PCAS, Pedro Manuel Soriano, ha recordado que su formación ha pedido las comparecencias del presidente de Enresa y del ministro de Industria para hablar de este asunto y ha lamentado que haya habido partidos que finalmente no se hayan adherido al compromiso.
Se ha referido así a Ciudadanos que, según ha explicado la portavoz de la Plataforma contra el ATC Riansares Pérez, había manifestado su intención de participar en la firma, pero ha rechazado hacerlo unos momentos antes.