Unos 14.700 temporeros españoles, 600 de ellos castellanomanchegos, preferidos por los patronos franceses por su «fiabilidad», viajarán este año a la campaña de la vendimia en Francia, una cifra estable respecto al ejercicio pasado pese a la mayor presión de demandantes galos en paro por la crisis y de los provenientes del este de Europa.
Así lo ha explicado la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios Fitag-UGT, en un encuentro con los medios de comunicación en el que su secretario general, Antonio Deusa, y su secretario de Política Social e Igualdad, Jesús Acasuso Medina, han subrayado que las plazas para acudir a Francia están «totalmente cubiertas».
Los 14.700 temporeros viajarán a los departamentos de Pirineos Orientales, Aude, Herault, Gard, Bouches Du Rhône, Vaucluse, Gironde, Var y Drome; los primeros se desplazarán a finales de agosto y permanecerán entre 20 y 25 días en Francia, aunque algunos grupos que recolectan uvas temprana se moverán después a áreas de viñas más tardías, por lo que dilatarán su estancia a más de 40.
Del total, la mayoría procede de Andalucía (10.600) y Comunidad Valenciana (1.200), seguidos, en menor medida, de Murcia y Castilla-La Mancha (600 respectivamente); del resto del país proceden otros 1.700 trabajadores, ha explicado Deusa.
No han facilitado, sin embargo, facilitar cifras concretas sobre lo que puede llegar a ganar un vendimiador -para evitar el «efecto llamada» cuando ya no hay plazas vacantes-, pero cada mes de trabajo allí equivale a varios en España.
En todo caso, el salario es muy variable, pero nunca inferior al mínimo interprofesional, es decir, 9,43 euros por hora o 1.430,22 euros al mes a razón de 35 horas semanales, a partir de las cuales se cobran «extras», lo que implica mejoras de entre el 25 por 100 -entre 35 y 43 horas a la semana- y el 50 por 100 -más de 43 horas-.
Al salario por trabajo se unen las prestaciones o subsidios familiares para temporeros con dos hijos menores de 20 años a su cargo o más, que oscilan entre 127,68 y 291 euros al mes; además de los incrementos mensuales por descendientes mayores de 11 años, de entre 35,74 y 65,53 euros al mes, han precisado desde Fitag.
En el modelo del contrato de vendimia, se exoneran las cuotas de enfermedad y jubilación del asalariado, lo que se traduce en un incremento salarial de 12,25 por 100, sin que se pierdan los derechos de jubilación y Seguridad Social.
Antonio Deusa ha recordado que este año hay mayor presión de ciudadanos franceses, por el repunte del paro en ese país, y existía temor de que trabajadores de países del este de nueva incorporación a Unión Europea desplazaran a los españoles, pero que finalmente no ha sido así porque los patronos franceses prefieren a estos últimos porque les dan mayor fiabilidad y confianza, y tienen buena formación.
Según Jesús Acasuso ha afirmado que el año pasado ya se detectó una merma de las condiciones, circunstancia que se reproducirá ahora, porque «los empresarios tienen gente todos los días» pidiendo trabajo, de lo que «se aprovechan».
No siempre se pagará el viaje y puede haber más hacinamiento en alojamientos, ha apuntado.
Los empresarios realizan la mayor parte de los contratos, una año más, a través de los «manijeros» españoles o encargados de grupo, a quienes les solicitan la fuerza laboral que necesitan, y que suelen recurrir cada ejercicio a las mismas personas que ya gozan de la confianza de los propietarios franceses de viñedo.
No obstante, el sindicato ha indicado que muchos «manijeros» acabaron desplazando a parte de estos temporeros habituales a familiares próximos a ellos y ahora en paro.
Desde Fitag han resaltado que aumenta el contingente de hombres frente a las mujeres, ya que en caso de conflicto, muchos «manijeros» prefieren reclutar a varones y, además, si existe desempleo en la unidad familiar es el marido quien primero se desplaza si no tiene otra actividad.
Junto a la vendimia, en los últimos ejercicios ha aumentado también el número de temporeros para la recogida de fresa, cereza, nectarina, melocotón, manzana y uva de mesa, que movilizan a otros 5.000 temporeros adicionales.
Sólo para la recogida de la fruta de Perpiñán se han movilizado 800 personas más que hace un año, la mayoría de Cádiz.
Cada vez es mayor la presencia de jóvenes y de estudiantes o licenciados de grandes ciudades en campañas de Francia por la crisis, según el sindicato, que también recuerda que hay poblaciones andaluzas en las que 2.300 de sus 4.000 habitantes viajan hasta el país vecino durante las recolecciones agrícolas.