Uno de los mayores peligros para los linces son las carreteras. Hasta cinco han muerto en los últimos años por atropello. Por ello, desde el proyecto Life+Iberlince trabajan para minimizar el riesgo de muerte de linces en carreteras.
Dos en Ciudad Real, dos en Albacete y uno en Toledo son los linces que han perdido la vida en las carreteras desde 2011. Estos felinos encuentras serias dificultades para desplazarse por el territorio por culpa de las infraestructuras construidas por el hombre, como vías de tren, canales de riego, vallados, cierres de fincas y sobre todo las carreteras.
Los atropellos son las mayor causa de muerte no natural de los linces. Por esta razón, desde Life+Iberlince están trabajando para evitar muertes de linces en las carreteras. De este modo, se están acondicionando diversos pasos subterráneos para facilitar su uso por la fauna salvaje. También están arreglando algunos vallados para intentar dirigir el paso de los linces hacia zonas más seguras.
Además, las administraciones públicas con competencias en la conservación y mantenimiento de las carreteras, como la Diputación de Ciudad Real, la Consejería de Fomento de Castilla-La Mancha y el Ministerio de Fomento trabajan en la instalación de medidas disuasorias como bandas sonoras y señales de peligro de atropello de linces.
Los técnicos de Life+Iberlince han constatado que estas medidas, cuyo coste no es muy elevado, son bastante efectivas en las zonas donde los linces están asentados en territorios estables.