Su situación ha estado llenando las páginas de los diarios. Como otros tantos trabajadores del sector de las residencias de mayores, vieron como poco a poco la empresa para la que trabajaban, «Vida Salud», se iba desmoronando, en su caso, por una mala gestión que los responsables hicieron de la residencia de Ocaña. Llegaron los impagos de las nóminas, a los proveedores y a los propietarios del inmueble, y –como punto final- la reubicación de los usuarios a otros lugares y la desaparición del gestor tras vender el negocio a otra empresa a la que también trasladó una deuda de cerca de dos millones de euros.
Ante este panorama tan poco alentador, un grupo de empleados –de los 50 que había cuando era la residencia «Vida Salud» de Ocaña- se han puesto manos a la obra para dejar atrás esta mala etapa en la residencia y en sus vidas y tomar las riendas de un proyecto que afrontan con mucha ilusión y ganas de ofrecer un servicio de calidad.
Capitaneados por Charo Oliva -trabajadora social que asumirá el cargo de directora y que cuenta con más de 14 años de experiencia-, ella y otros dos trabajadores han realizado una fuerte inversión y apuesta para abrir a partir del mes que viene la residencia «Virgen de los Remedios», que así se llama ahora. «Teníamos dos opciones, quedarnos en casa llorando o empezar a movernos; nos enteramos de que el propietario del edificio quería volver a alquilarlo y planteamos una propuesta; al final, de un total de cuatro empresas nos eligió a nosotros».
Ya cuentan con 14 mayores que han confirmado que volverán a Ocaña, más los que tenían plaza concertada, los cuales «están deseando volver». No obstante, están a la espera de que la Junta de Comunidades les conceda el concierto.
Charo Oliva ponía el acento en que lo que quieren es prestar un servicio de calidad, que «los mayores estén bien atendidos», máxime cuando «en la localidad hay muchas personas mayores». A pesar de las dificultades, continuarán con los mismos servicios que tenían antes, cuando había 90 residentes. También pondrán a disposición de sus clientes estancias temporales.
Otro valor añadido de la nueva empresa, además de la cercanía con el mayor que siempre ha caracterizado a los trabajadores, son sus nuevas insfraestrucutras; se ha habilitado una nueva planta con unas instalaciones más modernas y cómodas y se han ampliado espacios comunes, de ocio y de servicios tras la remodelación acometida en estos últimos meses.
Buscan salir adelante con esta iniciativa y luchar por los puestos de trabajo, después de que la anterior situación les dejase incluso sin prestación por desempleo. «Hay gente que lo está pasando mal y queremos ofrecerles una salida». Si bien por el momento han vuelto 10 trabajadores, a medida que vayan teniendo más ingresos, la idea es ir ampliando plantilla. Son conscientes de que «va a ser duro porque nos dejaron agonizando, pero tenemos mucha ilusión; nos hemos hipotecado por nuestro futuro y para que nuestros compañeros no se queden en la calle».