Desde que el pasado miércoles varios colectivos de padres mostraron su preocupación y malestar tras escuchar de responsables de la Consejería de Educación los planes para la escolarización de menores con discapacidades, la polémica se había ido agrandando.
La falta de concreción y los recortes que ya soportaron el año pasado habían incrementado la descofianza de los padres, que habían anunciado incluso su disposición de acudir a los tribunales para evitar el agrupamiento obligatorio de menores en centros de referencia comarcal, presentados como voluntarios pero que podrían acabar siendo obligatorios si los recortes para este curso dejan sin personal de educación especial a los centros donde estos menores están escolarizados hasta la fecha.
El malestar había ido creciendo y también las críticas en las redes, donde este tema ha sido una constante en el día de hoy.
Por la tarde, el cosnejero de Educación, Marcial Marín, ha optado finalmente por parar la bola y ha anunciado en Cuenca la puesta en marcha de un proyecto piloto voluntario con el que se crearán siete centros en la región para niños con necesidades educativas especiales.
Además, Marín ha negado hoy a preguntas de los periodistas que se vayan a producir cambios en el actual sistema de inclusión para alumnos discapacitados en la región y ha aseverado que estos chicos «van a tener garantizada su plaza» en su centro ordinario.
El consejero ha asegurado que su departamento quiere crear siete centros piloto «donde hay más medios y más profesionales» y ha insistido en que llevar a los alumnos discapacitados a dichos centros es voluntario, de tal forma que los padres «si no quieren llevarlo, tendrán derecho a que en su centro ordinario estén perfectamente atendidos».
De este modo, Marín ha respondido a la vicesecretaria y portavoz del PSOE en Castilla-La Mancha, Cristina Maestre, quien había pedido al Gobierno regional que aclarara si se está planteando la posibilidad de agrupar a los niños con necesidades educativas especiales en aulas separadas y había solicitado que, de ser así, dé marcha atrás.
«Están alarmando innecesariamente», ha zanjado el consejero de Educación.