El 30 de julio tiene lugar el Día Mundial contra la Trata de personas, auspiciado por Naciones Unidas, que instauró esta jornada de reivindicación internacional en 2013. Por ese motivo encastillalamancha.es ha hablado con algunos de los muchos protagonistas que ayudan a estas personas a salir de un trágica situación que afecta fundamentalmente a mujeres migrantes pero también a niños y, en mucha menor medida, hombres.
Estas personas son sometidas y engañadas por sus captores, que les privan de todos sus derechos fundamentales para someterlas a explotación laboral, sexual e incluso a operaciones de tráfico de órganos. Todas las fuentes consultadas coinciden en que es un problema trágico y muy complejo, un negocio delincuencial de los más rentables para los tratantes y cuya dificultad máxima, a la hora de resolver estos delitos, radica en la demostración legal de la situación de trata, por la terrible indefensión de las víctimas, que se ven sometidas por sus captores a todas las formas de coacción y violencia imaginables. El que sigue es un recorrido por uno de tantos descensos a los infiernos que deberían sacudir a nuestra sociedad.
Médicos del Mundo: al pie del cañón de tantas mujeres
Tanto Lourdes Nieto como Rosa López saben de primera mano lo que es la trata; más en concreto, el drama de las mujeres que ejercen la prostitución. No en vano son la presidenta y la coordinadora de Inclusión Social de Médicos del Mundo Castilla-La Mancha, respectivamente.
Médicos del Mundo trabajan sobre todo con mujeres en situación de prostitución. Las informan, facilitan su integración social (acceso a tarjeta sanitaria, talleres sanitarios y sociales…). Si la mujer requiere un apoyo específico por ser víctima de trata, esta ONG se lo da.
Es muy difícil demostrar que estas mujeres son víctimas de trata, ya que es imprescindible su confesión y están muy mediatizadas, amenazadas por sus explotadores. Hay veces en que aunque quieran, no pueden denunciar por la extorsión de los delincuentes.
«Lo primero que se les dice a estas mujeres es que la Policía no les va a poder ayudar, que no digan nada, se les retiene el pasaporte, se las amenaza con hacer daño a su familia…», revela Rosa López.
Los miembros de Médicos del Mundo visitan, desde 2012, los lugares donde estas mujeres ejercen la prostitución: bares, locales, clubes, calle o pisos. Allí van, informan, entregan preservativos y crean vínculos con las mujeres. «Cada ver hay más pisos y en ellos las mujeres son mas vulnerables», confiesa la coordinadora.
Los integrantes de esta ONG respetan un estricto protocolo de seguridad que les protege de posibles problemas en este ámbito: «Muchas veces las situaciones peligrosas son para el putero, el mal llamado cliente, en un contexto de alcohol y drogas; en estos casos suspendemos la intervención, o en cuanto surge alguna incertidumbre», prosigue Rosa López.
Afirma Lourdes Nieto: «Estas mujeres se prostituyen de manera forzada en su inmensa mayoría, ya que están en un contexto de pobreza y vulnerabilidad. ¿Hasta qué punto es libre una mujer cuando ve pasar hambre a sus hijos o tiene a un familiar enfermo que precisa un tratamiento que no tiene?» Y es que Médicos del Mundo tiene muy claro que la prostitución es violencia de género, por eso aboga por la abolición, no por la legalización.
«Aun así, se arriesgan…»
Lourdes Nieto y Rosa López desvelan una casuística que revela hasta qué punto estas mujeres soportan una situación precaria que les lleva a ser potenciales víctimas de trata, y es que a veces, aun sospechando que la pretendida «llamada» a una vida mejor es un engaño y un futuro caso de trata, se arriesgan. «Ninguna de nosotras accederíamos a ganarnos la vida de esa manera», afirma Lourdes, «no es justo que no tengan más que esa posibilidad, deberían tener otras alternativas», sentencia.
El perfil de estas personas está claro: son pobres, mujeres y migrantes. Por ello Médicos del Mundo cree que es necesario cambiar la Ley de Extranjería: «Que se les concedan permisos de residencia o que se les faciliten los trámites, esto es, tener en cuenta la cuestión de la emigración», explica su presidenta en CLM.
Estas personas disponen de un plazo legal de 30 días para que puedan cooperar de cara a la resolución de sus casos, pero esta ONG cree que dicho tiempo es muy breve. Rosa López explica que a tenor de la Ley de Extranjería, una de estas mujeres no puede pasar a una situación regularizada si no tiene un contrato de trabajo. «¿Cómo van a lograr estas mujeres un contrato de trabajo tras dedicarse a la prostitución x años de su vida?», se pregunta. Su situación, pues, se alarga, a no ser que «la Ley de Extranjería no fuera tan estricta y les permitiera lograr permisos de residencia y trabajo para poder establecerse», añade.
De hecho, Médicos del Mundo confirma que en ocasiones estas mujeres reciben una multa por su situación irregular antes de que puedan ser identificadas como víctimas de trata: «La mujer no va querer denunciar de primeras, es muy difícil. Son entendibles las barreras de la Policía. Ellas llegan a decir que están aquí regularmente, ya que son avisadas de todo por los tratantes», explica Rosa.
Campañas a los puteros: «A muchos les hace un ‘click»
Por otro lado, son conocidas recientes campañas dirigidas a los clientes de prostitución (Médicos del Mundo prefiere llamarlos puteros) para que abandonen esta práctica. «¿Están teniendo efecto? Lourdes: «Cuando acercas la realidad a la ciudadanía y en concreto a los hombres, a muchos sí les hace ‘click’ algo y el feminismo está contribuyendo bastante a que esto se vea como lo que es, una forma de violencia extrema contra la mujer, reconocido por Naciones Unidas, no nos lo inventamos, no es una opinión. Por eso una de las patas del problema es la educación afectivo-sexual a los hombres, políticas pedagógicas que hagan ver lo que supone pagar por sexo, estableciendo con una mujer una relación de privilegio y jerarquía».
En el fondo, creen en Médicos del Mundo, subyace una tragedia cotidiana y secular de la humanidad: el machismo. «No podemos defender que el sexo sea consentido excepto en la prostitución», argumenta Rosa, quien critica el «sistema patriarcal que considera que algunas mujeres tienen que estar disponibles para que los hombres sacien sus impulsos, esto obedece a una cuestión cultural, no a una realidad biológica». Para esta ONG, «la prostitución es una forma más de desigualdad de género, solo se da en sociedades desiguales entre hombres y mujeres», afirma Lourdes, quien subraya: «El deseo de un hombre no puede ser un derecho».
Con todo, hay espacio para un mensaje optimista, cuando se les pregunta si a esta ONG le preocupa un posible retroceso en los derechos de las mujeres: «Los avances sociales cuestan pero se nota un cambio en la sociedad, aunque se requiere la implicación de todas las partes. El camino es largo pero vamos por uno bueno«, reflexiona Rosa.
En cuanto al origen de las mujeres víctimas de trata que recalan en Castilla-La Mancha, varias ONG consultadas coinciden en que la mayoría proceden de Hispanoamérica. Y en este ámbito de la prostitución, Médicos del Mundo no puede confirmar que esta región sea la que tiene más clubes de alterne de toda España, pero sí en todo caso que ocupa un puesto de triste privilegio.
«Es un negocio que da mucho dinero»
Por otro lado, Médicos del Mundo incide en que el de la trata «es un negocio que da mucho dinero, ya que se puede explotar mucho tiempo a una mujer», apunta Rosa, quien considera, dando voz a Médicos del Mundo CLM, que habría que revisar las penas actuales para este delito (oscilan entre cinco y siete años).
Por último, Médicos del Mundo cree que hace falta «mucha formación en los profesionales, en la Policía y en el ámbito sanitario y social a la hora de abordar el asunto, y esa es una de las cosas que trabaja esta ONG, junto a la sensibilización», explica Lourdes.
Policía Nacional: es muy difícil probar la trata
Detectar el delito, identificar a la víctima, asistirla, protegerla e identificar a los miembros de la red de trata antes de desarticularla: son los pasos del protocolo de actuación de la Policía Nacional ante los casos de la Trata de seres humanos, según explican desde este fuerza de seguridad, protocolo que requiere de la coordinación de varias instituciones y organizaciones.
Un ámbito complejo que no reduce la trata a la prostitución de mujeres, sino que las organizaciones delictivas incurren en un grave delito que vulnera casi todos los derechos fundamentales de las víctimas, desde el momento en el que las captan y las trasladan de sus países de residencia (en su caso, ya que también hay trata sin salir de España) mediante violencia, intimidación, engaño o abuso de una situación de superioridad o de la vulnerabilidad de las víctimas.
Entre los objetivos de estas tramas se encuentran la imposición a la víctima de un trabajo o servicio forzado en régimen de semiesclavitud (explotación laboral), la explotación sexual (incluida la pornografía) y el tráfico de órganos corporales.
«En la trata ese vulneran todos los derechos reconocidos», transmite una fuente policial. «Muchas veces hay un consentimiento viciado» de la victima, de tan extorsionada y violentada se encuentra.
El perfil preferente de la trata es una mujer de entre 13 y 30 años, con dificultades económicas, estrato social y cultural bajo y problemas (víctima de malos tratos anteriores) o cargas familiares.
Últimamente -sigue desvelando esta fuente de la Policía Nacional- las organizaciones están empezando a usar las redes sociales para la captación de las víctimas -por ejemplo con falsas ofertas de trabajo- y la búsqueda de clientes.
La Unidad de la Policía Nacional encargada de la investigación de estos delitos es la UCRIF (Unidad contra las redes de Inmigración y Falsedades Documentales), que depende de la Brigada de Extranjería y Fronteras.
(El superior a estas líneas es el vídeo de una campaña de la Policía Nacional contra la trata de personas y la explotación, que llevó a cabo en 2020).
En la primera fase de investigación de la Policía esta detecta un supuesto caso de trata resultado de sus propias investigaciones. A veces llega a la misma de manera tangencial, al abordar un posible delito de drogas; ha habido casos en que al cuidado de este tipo de plantaciones estaban personas que soportaban condiciones infrahumanas. En un caso como este, la segunda fase de la investigación arranca con el trabajo conjunto entre Policía Nacional e Inspección de Trabajo para detectar y comprobar la supuesta explotación laboral, la cual se puede dar en bares, clubes, salas de masajes, fábricas y talleres de confección, explotaciones agrarias, hogares (empleadas de los mismos), hostelería…
A veces la trata se detecta en las mismas fronteras, por las propias manifestaciones de las víctimas o de terceras personas (aunque esto último no es lo habitual).
«Las víctimas confían en las ONG»
Las víctimas de trata, generalmente, confían sobre todo en las ONG. En todo el proceso, por otra parte -se admite desde la Policía Nacional- es vital la colaboración del Ministerio Fiscal (hacen falta sus permisos judiciales en el transcurso de los procedimientos), toda vez que cualquier tipo de hecho se le pone en su conocimiento.
Esta fuente autorizada de la Policía Nacional informa, por otro lado, que esta fuerza de seguridad -en concreto, un interlocutor social- mantiene reuniones trimestrales con las ONG en aras al mencionado trabajo de coordinación contra la trata de personas; al respecto, la Policía Nacional cuenta con 54 interlocutores territoriales y uno nacional.
A la hora de identificar el posible caso de trata, es fundamental la entrevista confidencial, privada, con la víctima; tiene que hacerse con mucha delicadeza, ganándose su confianza, ya que muchas veces la víctima muestra desconfianza, o directamente miente, o aporta siempre la misma explicación. Hay que tener en cuenta que está muy mediatizada por su trágica situación.
(Todo lo anterior teniendo en cuenta que la confesión de la víctima es imprescindible para demostrar la situación de trata).
Penas de entre cinco y ocho años
La resolución completa del delito de trata es tan compleja que en ocasiones se puede demostrar la prostitución, la explotación laboral o el tráfico de inmigrantes pero no aquella, para la que el Código Penal dispone de penas que van entre los cinco y ocho años para cada una de las víctimas, pero es posible el concurso real de otros delitos, ya que a los acusados se les imputaría por ejemplo la pertenencia a organización criminal o posibles lesiones u otros delitos que hubiesen cometido, por lo que las penas finales en un proceso penal se acumularían.
Además, el de la trata es uno de los delitos más rentables económicamente para las organizaciones criminales responsables de su comisión, un delito que requiere, contra las víctimas, del uso de la violencia física, amenazas, falta de libertad de movimientos y de contrato de trabajo, condiciones laborales que no se cumplen, posibles sanciones económicas de los «empresarios», explotación sexual, obligatoriedad de trabajar estando enfermos, la no disposición del dinero e insalubridad e inseguridad de los lugares de trabajo.
Un ejemplo de explotación laboral
Como ejemplo reciente de trata: ocurrió recientemente en Ciudad Real, cuando una vecina en esta ciudad, paraguaya, contrató falsamente vía Internet a una compatriota para que trabajara de interna, cuidando niños y limpiando la casa; también tenía que trabajar de camarera en un bar. Su jornada laboral era de 100 horas semanales, sin días de descanso y sin remuneración. Además, la «empleadora» obligó a su víctima a ejercer la prostitución, quedándose con todo el dinero. Por si lo anterior fuera poco, la amenazaba con denunciarla a la Policía ya que estaba sin papeles.
«Periodo de reflexión»
La víctima de trata dispone de un «periodo de reflexión» de 30 días, atendida por una ONG, un tiempo en el que se busca su cooperación para la resolución de su caso y durante el que no se tramita su expulsión ni se la somete a un expediente sancionador. También tiene la posibilidad de recurrir a un retorno asistido o, si se queda y en aras de la cooperación, hacer de testigo protegido, asegura la Policía Nacional.
En el caso de que la víctima no colabore tras dicho periodo de reflexión, tiene derecho a una autorización provisional de residencia (colabore o no), que se suele expedir durante un año y posteriormente renovable conforme a las leyes de extranjería, concluye esta fuente policial.
Si se quiere colaborar con la Policía
- Página web: www.policia.es
- Teléfono de contacto contra la trata: 900 10 50 90
- Twitter: @policia
- Hastag: #contralatrata
Asociación In Género, acompañando a las víctimas
Por su parte, la Asociación In Género (Interculturalidad y Género), de ámbito nacional, es una ONG que trabaja e interviene de forma integral con personas que ejercen la prostitución y víctimas de trata en CastillaLa Mancha, Andalucía, Madrid, Extremadura, Castilla y León y Murcia
Lleva trabajando en este ámbito 17 años en Castilla-La Mancha, visitando a las mujeres que ejercen la prostitución, tanto si son víctimas de trata como las que no, en clubes, situaciones de calle y pisos, donde les imparten talleres y acciones de sensibilización, sean víctimas de trata o no.
Este colectivo imparte además campañas de prevención de la trata.
Según esta organización, «entre un 20 y un 30 % de las mujeres que ejercen la prostitución en CLM lo hacen obligadamente».
Una miembro de In Género asegura que una proporción importante de las mujeres víctimas de trata que vienen del extranjero provienen de Latinoamérica, de países como Colombia, Paraguay o Venezuela.
Cuando en In Género perciben una situación de trata, se coordina con las fuerzas de seguridad, «que se encargan de los procedimientos», puntualiza uno de sus miembros. Una vez que hay denuncia (es imprescindible), acompañan a las víctimas en todo el proceso «para garantizar su protección ya que la ley dice que hay que protegerlas y documentarlas con tarjeta de residencia y permiso de trabajo, pero no siempre se cumple esto», explica.
Cruz Roja Castilla-La Mancha «sigue siendo necesaria»
Por su parte, Jesús Esteban Ortega, presidente de Cruz Roja Castilla-La Mancha, incide en la necesidad que tienen las personas que son víctimas de trata de otra forma de vida, para lo cual es imprescindible que les ofrezcan un trabajo, máxime cuando, según su experiencia, la mayoría de estas personas quieren rehacer sus vidas integrándose completamente en sus nuevos destinos.
«En general quieren trabajar. No quieren vivir de las subvenciones», afirma Esteban, quien se sintió impresionado, por tomar dos ejemplos, por el carácter emprendedor de las mujeres sirias y las ucranianas.
Al preguntarle por los niños, otros grandes damnificados por la tragedia de la trata, recuerda cuando estalló la guerra de Ucrania y empezó a «temblar» pensando en los ucranianos más jóvenes, teniendo en cuenta las dificultades que hay para adoptar en España: «Los gobiernos dan pocas facilidades», afirma. En ese contexto es cuando entran las mafias y la sustracción de menores.
La Cruz Roja es una organización con 158 años de vida. Aunque Esteban admite que la sociedad ha avanzado en algunos aspectos, «en otros…», apunta: «Somos igual o más necesarios que antes. Ojalá desapareciera la Cruz Roja. Si esto es la modernidad…», reflexiona quien sabe casos de crueldad humana que resulta muy duro detallar y quien recuerda que, antes, los objetivos civiles en las guerras «eran sagrados».
Un asunto espinoso es el de la posible regularización de la prostitución: «Las mujeres estarían más protegidas laboral y sanitariamente, pero sería reconocer como legal la explotación de estas personas. Es algo difícil, porque, si no, se habría hecho», reflexiona.
Esteban resalta por otro lado los buenos resultados de un Plan de Empleo para colectivos desfavorecidos que, abanderado por Cruz Roja y vigente desde 2002, ofrece una «alta inserción» (de hasta un 45 %) gracias a los convenios con las empresas y la formación en prácticas: «Porque no hay empleo sin formación ni inserción sin empleo», subraya.
12,9 millones para un Plan de Inserción sociolaboral
Por otro lado, una buena noticia, al menos: el Ministerio de Igualdad destinará 12,9 millones para la puesta en marcha del Plan de Inserción sociolaboral destinado a víctimas de trata, explotación sexual y mujeres en situación de prostitución.
Se trata del primer paso para impulsar un Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que tiene como objetivo llegar a 30.000 mujeres de todo el Estado hasta 2026.
Este Real Decreto se enmarca en la hoja de ruta del Ministerio de Igualdad para luchar contra la trata y la explotación sexual, así como para ofrecer alternativas sociales y laborales para las mujeres que se encuentran en contextos de prostitución. Se prevé que desde su implementación en el mes de septiembre y hasta el 2026, fecha de finalización del Plan, se llegue a cerca de 30.000 mujeres a las que se ofrecerán condiciones materiales que les permitan salir de la violencia.
Médicos del Mundo, Adoratrices, Mujeres en Zona de Conflicto, Apramp y Fundación Cruz Blanca llevarán a cabo, en el conjunto del territorio, actuaciones encaminadas a la inserción sociolaboral y de acompañamiento a las mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual, de explotación sexual y en contextos de prostitución, estableciendo itinerarios integrados de con prácticas en empresas, apoyo en la búsqueda laboral y entrenamiento para afrontar entrevistas de trabajo. También podrán en marcha un teléfono gratuito de información, orientación y derivación sociolaboral, así como asistencia en los procesos de regularización de estas mujeres.
Los equipos deberán estar formados por profesionales sanitarios, sociales, juristas y psicólogos que den apoyo tanto a las mujeres como a sus hijos e hijas estableciendo itinerarios de inserción socioeducativa y de formación a menores, acompañamiento que refuerce las vías de salida de la prostitución y apoyo en el acceso a la vivienda.
Muy difícil la cuantificación de las víctimas
Por último, resulta muy difícil cuantificar datos de este tipo de delito por su misma complejidad (hay procedimientos que duran más de un año, obviamente), pero los últimos datos hechos públicos por la Guardia Civil hablan de que liberó en 2021 a 141 víctimas de explotación sexual gracias a 33 operaciones contra la trata de personas y detuvo a 71 captores. Asimismo, este instituto armado inspeccionó 100 puntos de toda España en los que había indicios de posibles casos de trata con fines de explotación sexual.