La Federación Regional de Servicios Públicos de UGT (FSP-UGT) ha registrado hoy un escrito en los Servicios Centrales del Sescam donde exige la ficha técnica y los resultados pormenorizados de la encuesta de satisfacción presentada ayer por la presidenta regional, María Dolores Cospedal, que califican de «cuestionable».
En un comunicado remitido hoy a los medios, UGT justifica este calificativo en que «ningún profesional de la sanidad pública tenía noticia de que se estaba realizando, a pesar de estar hecha con medios propios, como indicó la presidenta», afirma el responsable regional del Sector Sanidad de la FSP-UGT, José Manuel Pinillos.
UGT cuestiona que esta encuesta, en la que los castellano-manchegos dan un notable alto al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, se haya elaborado con medios propios, lo que consideran «improbable», ya que «no hay personal suficiente y ningún trabajador o trabajadora sabía de la elaboración de la encuesta».
Por ello, «ante esta situación y dado que el resultado afecta a la calidad del servicio que se presta, desde FSP-UGT hemos solicitado al Sescam que nos remita los datos completos de la encuesta, la muestra en la que se ha basado, las preguntas planteadas a los usuarios, el resultado de las mismas, y toda la información relacionada, junto con los profesionales responsables de realizar esta tarea», ha afirmado Pinillos.
Además, a juicio del dirigente sindical, «los resultados de esta supuesta encuesta llegan en un mal momento de la sanidad pública, con más de 1.500 camas cerradas en los hospitales de la región por decisión de la Junta, además de listas de espera aumentando día tras día, alcanzando cifras a las que, según denuncian los profesionales, nunca se había llegado».
Para Pinillos, «el cierre de plantas de hospitalización, de unidades de diagnóstico, el despido de más de 1.000 profesionales en menos de tres años, la privatización del futuro Hospital de Toledo, el recorte en prestaciones o la reducción de los salarios de los profesionales de la sanidad son una muestra de que este notable alto no es la realidad de la sanidad castellano-manchega».
En este punto el responsable de FSP-UGT ha lamentado que «el modelo de gestión que se está aplicando en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha conduce exclusivamente hacia su inexorable desmantelamiento, el fin último de privatizar los servicios sanitarios, tal y como han iniciado en Toledo».
Para UGT, «las derivaciones a centros privados para atender la demanda que perfectamente se podría asumir con personal propio evitando desplazamientos a los ciudadanos son una muestra más de que, con independencia de lo que la presidenta regional anuncie, la situación de la sanidad es alarmante y son los profesionales los que con su esfuerzo mantienen el sistema sanitario en funcionamiento a pesar del empeño de algunos por desmantelar los servicios públicos».