«Estamos recibiendo muchas consultas de los delegados para evitar esas horas clave de exposición a las altas temperaturas», reconoce Javier Flores, secretario de Organización de UGT-CLM. Ante la situación de las altísimas temperaturas, que ya no es anecdótica, sino habitual por los efectos del cambio climático, el sindicato ha elaborado unas recomendaciones para que empresas y trabajadores sepan qué hacer para reducir los riesgos por golpes de calor. El recordatorio fundamental, y que regula el Real Decreto 4/2003, es que las empresas «están obligadas a adaptar la jornada laboral» cuando la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) establezca la alerta naranja y roja por calor.
Los datos de trabajadores afectados por el calor en 2022 fueron extremos, al igual que las temperaturas, y al igual que los accidentes laborales en Castilla-La Mancha. «En 2022 se produjeron 168 accidentes laborales en España debido a la exposición al calor e insolación, una cifra que triplica el dato de 2021«, expone el secretario de Organización de UGT. En cuanto a los accidentes por temperaturas extremas, el dato nacional asciende a 111, un 24% más que en 2021. Sin embargo, estos datos pueden tener ‘trampa’: muchos accidentes laborales no se contabilizan como accidentes provocados por las altas temperaturas. Flores ha especificado que un trabajador se puede «negar» a trabajar si la empresa no ha adaptado la jornada laboral cuando esté activada la alerta por calor.
Por eso, desde UGT proponen los cambios en la organización de las horas de trabajo a través de lo que llaman «la distribución irregular de la forma de trabajo», una práctica para «disminuir el número de horas de trabajo en periodos con temperaturas extremas». A la vez, esta organización compensaría esta reducción de horas con el aumento, por otro lado, con el aumento de la jornada laboral en periodos que sean más favorables. Es decir, que un trabajador pudiese trabajar 6,5 horas en verano y 9 en invierno.
La dificultad de sancionar a las empresas que no cumplen con la normativa
Los trabajadores al aire libre están en el foco de los golpes de calor. «Nos sigue preocupando que hay dos sectores, la construcción y el campo, que necesitan protección especial, sobre todo en pequeñas empresas. Hasta ahora, solamente el convenio de la construcción recomendaba tomar medidas, pero no es una obligación», subraya Flores, que añade que esa obligación de tomar medidas solo está presente en Andalucía y en Extremadura.
La ley es clara, las empresas están obligadas a adaptar estas jornadas laborales, pero la inspección es insuficiente y las pymes de menos de 6 trabajadores no reciben la vigilancia del Estado. Ante ese déficit, Flores ha nombrado la necesidad de traer la figura del «delegado territorial de Prevención de Riesgos Laborales». «Una figura que pone la Administración para que se dirija a empresas de menos de 6 trabajadores y ayude a disminuir los accidentes laborales», ha definido el secretario de Organización de UGT-CLM.
«Esperamos que de aquí en adelante se apliquen las medidas y que sirva para que ningún trabajador pierda la vida por un golpe de calor», ha reconocido Flores.