El tono de voz o los portazos son algunos de los aspectos que regula la nueva ordenanza de «buena convivencia ciudadana» de Villas de la Ventosa (Cuenca), una pequeña localidad que se ha visto obligada a regular los ruidos molestos para pacificar los ánimos de sus vecinos.
El objetivo de esta ordenanza municipal es «preservar el espacio público como lugar de convivencia y civismo en el que todas las personas puedan desarrollar sus actividades en plena libertad», según recoge el texto consultado por Efe.
Se contemplan multas de entre 300 y 3.000 euros, con arreglo a la gravedad de los hechos para quien incumpla esta ordenanza de «buena convivencia ciudadana».
En ella se indica que los vecinos deben respetar las horas de descanso del vecindario y evitar ruidos que alteren la convivencia.
De esta forma se prohibe emitir ruidos a niveles sonoros por encima de los límites establecidos, alterando la tranquilidad vecinal, principalmente desde las 2:00 horas de la madrugada hasta las 8:00 horas.
Respecto a los ruidos molestos, el texto, publicado el lunes en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), indica que el volumen de la voz humana o de actividades se mantendrá en los usos normales de convivencia.
Además, se deberán evitar ruidos innecesarios como «portazos, bailes, cantos o música alta», sobre todo en horario de descanso nocturno, así como ruidos molestos aunque están por debajo de los niveles establecidos, pero que sean repetitivos y constantes.
Las sanciones se aplicarán en caso de quejas de vecinos que sean probadas, y declaración de la Guardia Civil que deberá personarse en el lugar de los hechos ilícitos.