Ignacio Echániz, consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha.
El anteproyecto de Ley de Ordenación del Servicio Farmacéutico de Castilla-La Mancha, que hoy ha recibido el visto bueno del Consejo de Gobierno para remitirlo al Consejo Consultivo, amplía las funciones de los farmacéuticos, regula una asistencia personalizada y protege la oficina de farmacia rural.
El consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, ha comparecido tras la reunión del gabinete para explicar el nuevo anteproyecto de ley, al que se han incorporado alegaciones propuestas por el sector, que espera quede aprobado por las Cortes regionales antes de fin de año.
Una de las cuestiones que recoge la nueva ley de farmacia es otorgar un papel más activo a los profesionales farmacéuticos, «sacar más partido a su cualificación», ha explicado Echániz, quien ha señalado que con la nueva ley desarrollarán más funciones.
Entre otras, ha mencionado que harán un seguimiento terapéutico de los pacientes, además, se ampliarán también las funciones del farmacéutico adjunto.
Se llevará un sistema personalizado de las personas mayores que toman varios medicamentos, se creará una comisión del uso racional del medicamento y se va a contribuir a que las oficinas de farmacia no desaparezcan de los pueblos pequeños donde su rentabilidad es escasa.
Asimismo se regulará la adquisición de medicinas por los centros sociosanitarios, que se hará en la farmacia más cercana dentro de la comunidad autónoma.
El consejero de Sanidad ha señalado que al llegar al gobierno se encontraron una situación «incendiada» por los impagos a las farmacias, y hoy, ha dicho: «tenemos una estabilidad envidiada en toda España. Nuestra comunidad es, junto a Asturias, la que mejor paga a los farmacéuticos».
Con la nueva ley, ha destacado que se facilita que el farmacéutico pueda realizar nuevas funciones que le permitan encontrar nuevas vías para desarrollar la asistencia farmacéutica, al tiempo que para garantizar su sostenibilidad.
«En Castilla-La Mancha no se ha cerrado ninguna farmacia y esperamos que no se tenga que cerrar», ha dicho Echániz, quien ha añadido que «el objetivo es que quienes prestan un servicio esencial para la sociedad no tiren la toalla en los ámbitos menos rentables, dejando desatendidos los núcleos de población más aislados».