martes, 24 de septiembre de 2024
en la josé saramago 22/10/2014junio 8th, 2017

Ya no hay tensión de exámenes, ni de ser el mejor, ni de siquiera conseguir un aprobado. Ahora es una nueva etapa, la de aprender porque realmente desea aprender e incluso la de volver a asistir a alguna clase porque «hay asignaturas que me gusta repasar». Así es la motivación del universitario septuagenario y así lo cuenta a Encastillalamancha Juan Martín-Mora Haba, que ha vuelto a la Universidad de Castilla-La Mancha tras jubilarse.

Y en la jubilación, ¿qué? «¿Dar paseos y sentarme en los bancos de la plaza a ver cómo pasa la vida?», se preguntaba Juan Martín-Mora Haba, vecino de Ciudad Real, que estudió periodismo en un centro privado y en los años 80 del siglo pasado se licenció en Geografía e Historia, trabajó en radio, televisión y también en prensa.


En una ocasión «un señor con 71 años me dijo que para saber hay que viajar y leer, como la pensión no me llega para viajar pues leo y me instruyo». Juan lo decidió, volvería a la universidad.

«La cuestión está en el grado de implicación», reconoce Juan a Encastillalamancha. «Si vas por pasar el tiempo, lo perderás»; pero no era el objetivo de Juan quien ya ha superado el ciclo específico (el primero de los dos que existen) del Programa Universitario para Mayores José Saramago y ahora está en el ciclo integrado (el segundo).

En el primer ciclo, durante tres años, estudió más de 30 asignaturas. Historia, Derecho, Literatura o Informática fueron algunas de las materias que trataba en clase, teniendo en cuenta que «el tiempo de las oposiciones estresantes ya lo pasé» y que su interés residía en el conocimiento por el conocimiento.

Ahora ha subido de ciclo y comparte clase con jóvenes que realizan su primer año de carrera. «Posiblemente… No, no… Seguro. Soy el mayor de la clase», afirmaba un universitario poco habitual ya que incluso reconoce que «me aburro en algunas clases», porque «cuando tenemos que retroceder en el tiempo… A mi edad, hay cosas que incluso viví».

Independientemente, para Juan «ésta es una manera estupenda de pasar y vivir la vida». Tras matricularse tiene derecho a asistir a las clases como oyente, porque «a mi edad me da igual tener un papelito más» y «hay grandes detalles que se aprenden en clase» por lo que «nunca se debe dar nada por sabido».

Entre clases y clase también le da tiempo para escribir. Hoy, 22 de octubre, presenta su segundo libro «Ahora no puede ser que todo fue nada». Pese a la recomendación de su amigo Manuel Juliá de que haga los títulos más cortos, él sigue apostando por frases largas como ya hizo en su primer libro, «los días y las noches en la casa grande».

Y, por las tardes, regresa a la universidad porque «hay asignaturas que me gustan repasar».

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