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critica la filosofía de la planificación 14/03/2014junio 9th, 2017

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Castilla-La Mancha se congratula de que, como era de esperar, la ciudad de Albacete no tenga que pagar por beber agua del Júcar en tiempos de sequía. «Lo contrario sería un agravio inaceptable», aseguran en un comunicado de prensa. Sin embargo, la organización agraria lamenta que se siga manteniendo «la filosofía que ha inspirado un Plan del Júcar, injusto con nuestra tierra, además de ilegal e inconstitucional, y que mantiene como objetivo principal el que lleguen los máximos recursos a la Comunidad Valenciana en detrimento de Castilla-La Mancha».

UPA Castilla-La Mancha considera que «el proceso de planificación del Júcar no ha respetado las líneas rojas que nunca deberían haberse traspasado y se han vulnerado escandalosamente, como eran: garantizar la preferencia de uso de la cuenca cedente y atender las necesidades presentes y futuras de nuestra tierra, que es lo que la organización venía reclamando en sus alegaciones». 


Aunque el nuevo borrador «mejora algunos aspectos esenciales para nuestra región como son que Albacete no va a tener que pagar un sobrecoste por utilizar agua del Pantano de Alarcón en situaciones de sequía, se adelanta el inicio de las obras para prevenir inundaciones y se incrementa la reserva de recursos para atender algunas actuaciones de regadío de 65 a 100 Hm3. Sin embargo, se sigue manteniendo la filosofía que ha inspirado al planificador. Este Plan sigue siendo injusto con nuestra tierra, además de ilegal e inconstitucional, mantiene como objetivo principal el que lleguen los máximos recursos a la Comunidad Valenciana en detrimento de Castilla-La Mancha».

En este sentido, «el ciclo hidrológico en la cuenca hidrográfica del Júcar no se respeta ya que se trasvasa el agua desde la cuenca hidrográfica del Júcar, que siendo en principio excedentaria, acaba siendo deficitaria. Déficit que la Confederación plantea sea cubierto por el Plan Hidrológico Nacional, es decir, por otros aportes externos. A efectos prácticos lo que provoca es que el uso del agua en otras cuencas limita las dotaciones de los regantes de Albacete y Cuenca».

Además, insisten en que «aunque perpetúa los trasvases desde el Júcar es curioso como en el nuevo Plan desaparece el concepto de «trasvase interno». Que tiene como objetivo producir una ruptura de los principios de unidad de cuenca y de los sistemas hidráulicos. De esta forma, se conculca el principio de prioridad de la cuenca cedente (ya que desaparece de la norma el concepto de cuenca hidrográfica, sustituyéndolo por el sistema de explotación de recursos, que en el caso del Júcar se convierte en un artificio para llevar agua al Palancia, Turia y la Albufera, para usos que de esta forma adquieren la misma prioridad que los propios de la cuenca hidrográfica del Júcar), vulnerando la Ley de Aguas (art. 14.2 TRLA), la Directiva Marco de Agua 2000/60/CE (arts. 2.13, 2.15, 3.1) y la ya mencionada Instrucción para la Planificación hidrológica (artículo 3.5.2. Orden ARM/2656/2008)».

Según UPA CLM «todo esto nos va a llevar al absurdo y es que Castilla-La Mancha debe pedir el aporte de agua externa al sistema al Plan Hidrológico Nacional. Es decir un trasvase, (no sabemos si el ¿del Ebro?), incluso disponiendo de más agua en nuestro territorio, en el Júcar, que las demandas reales que tenemos».

El borrador de Plan Hidrológico contiene «verdaderos trasvases a otras cuencas hidrográficas incluidas en la Demarcación, aunque ya no tengan esa consideración en la norma».

Cuadro informativo elaborado por UPA CLM.

El nuevo Plan del Júcar reconoce que «deja de atender 60 Hm3 de los derechos de agua legales que hoy tienen los regantes de la mancha oriental y además plantea que para 2027 el volumen de las extracciones de agua subterránea deberá ir gradualmente reduciéndose de 320 Hm3 a 260 hm3 /año». Es decir, en el horizonte 2027 se nos recortan otros 60 Hm3. 60 hm3 que no se atienden y 60 que tenemos que reducir, los regantes legales de Albacete y Cuenca no van a ver atendidos 120 hm3 de sus derechos legales actuales».

La cuenca hidrográfica del río Júcar pasa de ser «excedentaria a ser deficitaria pero solo para los usos de regadío de La Mancha oriental. La masa se considera en mal estado cuantitativo y eso genera más problemas. Por ejemplo, anualmente un Plan de Actuación en esas masas y un Plan de Extracciones que aprobará la Junta de Gobierno (controlada por el Levante) y que dirá el agua que podemos extraer anualmente».

Además, en las masas de agua subterránea que no se encuentren en buen estado cuantitativo, «no se otorgarán nuevas autorizaciones acogidas al artículo 54.2 del texto refundido de la Ley de Aguas con destino a regadío, permitiéndose únicamente con destino al abastecimiento urbano o al uso industrial cuando sea, en este caso, inviable la conexión a las redes de abastecimiento. Esto es una limitación más al uso del agua en Castilla-La Mancha, ya que con el nuevo Plan no se van a poder poner en marcha pozos de hasta 7.000 m3, muy importantes por ejemplo, para el cultivo de viñedo en toda la zona de la Manchuela».

En definitiva, UPA CLM considera que «este nuevo Plan del Júcar condena a los agricultores de nuestra comunidad autónoma a competir con nuestros productos en un mercado globalizado en clara desventaja con el resto productores de otras zonas, que con nuestra agua no van a ver limitados sus caudales y por lo tanto tampoco la viabilidad de sus explotaciones. Y también lamenta que se abandone a los jóvenes que quieran incorporarse al sector sin ofrecerles una garantía para poder regar sus futuros cultivos».

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