La consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Elena de la Cruz, ha dicho hoy que la Comunidad Valenciana está en su pleno derecho de defender los intereses de su comunidad como Castilla-La Mancha está en su derecho de defender los intereses de los castellano-manchegos.
De la Cruz ha respondido de esta forma al presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, quien ayer anunció que el Gobierno valenciano se personará «en todos los procedimientos que se puedan abrir» contra el trasvase Tajo-Segura porque está dispuesto «a defender con rotundidad a los regantes».
La consejera de Fomento ha señalado que, no obstante, a pesar de algunas diferencias de opinión entre las dos comunidades autónomas, también hay puntos comunes como la mayor potenciación de la desalación o la mejora en la reutilización de aguas depuradas, lo que ayudaría «a mermar las aguas que se llevan del trasvase», ha propuesto.
De la Cruz ha culpado a la anterior presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, de haber «abandonado a su suerte a Castilla-La Mancha» pues «parecía que le interesaban más los regantes de Murcia o Valencia que los de la región».
Ha añadido que, por el contrario, el presidente Emiliano García-Page «ha tomado las riendas de defender los intereses de Castilla-La Mancha para tratar de establecer un diálogo».
En ese sentido, ha dicho que el gobierno regional va a propiciar «un gran pacto entre todas las fuerzas políticas representadas en el Parlamento de Castilla-La Mancha para que exista unanimidad con respecto al agua» como la que existe en otras regiones como Valencia o Murcia.
De la Cruz ha afirmado que esa unanimidad no existe en Castilla-La Mancha «porque Cospedal la dinamitó en cuatro años al plegarse a los intereses de otras regiones».