Los 3.500 habitantes de los pueblos toledanos de La Pueblanueva, San Bartolomé de las Abiertas y Las Vegas de San Antonio están viviendo con «inquietud, miedo e indignación» el cierre desde ayer lunes del centro de atención continua sanitaria.
Así lo han manifestado hoy ante la prensa los alcaldes de estas localidades, durante una rueda de prensa en Talavera de la Reina, en la que han estado acompañados por representantes de asociaciones vecinales de los pueblos, donde la población está muy envejecida y el hecho de no disponer de un médico cerca a partir de las tres de la tarde suscita grave malestar.
El alcalde de La Pueblanueva, Jesús Toledano, el de San Bartolomé de las Abiertas, Esteban Blázquez, y el de Las Vegas de San Antonio, Roberto Bonilla, han comparecido juntos, y han lamentado sobre todo la falta de negociación y diálogo de la Consejería de Sanidad, que no les ha argumentado el cierre con datos objetivos y ha desoído sus propuestas de contribuir a sufragar los gastos.
El alcalde de La Pueblanueva, Jesús Toledano, ha indicado que está «totalmente convencido» de que tras el cierre de 21 PAC hay «motivos políticos», y ha anunciado que las movilizaciones y las protestas van a seguir, en su caso con una concentración el próximo jueves a las 19 horas en la talaverana Plaza del Pan, donde está el centro de salud al que deben acudir en caso de urgencia.
Roberto Bonilla, alcalde de Las Vegas de San Antonio, ha remarcado que muchos ancianos de los pueblos viven solos y no disponen de medios de transporte para desplazarse a Talavera, pero antes sabían que en unos cinco minutos un médico podía llegar a su casa para una primera atención de emergencia en caso grave.
Además, ha indicado que aparte de las urgencias que puedan producirse, como ictus, infartos o accidentes, hay población con tratamientos crónicos que precisan control varias veces al día para sus tratamientos con aerosoles o insulina.
Asociaciones de vecinos, de pensionistas, de mujeres, Ampas y hasta el club ciclista de La Pueblanueva se han unido en una plataforma contra ese cierre, mientras los alcaldes afectados han trasladado que ya hay abogados estudiando la manera legal de revocar la eliminación de las guardias sanitarias que, aseguran, les «castiga» por vivir en el medio rural.
Los afectados han sostenido en un comunicado que seguirán luchando hasta «conseguir que la razón impere en Castilla-La Mancha», porque no se conforman con «una sanidad tercermundista, como la que tuvieron que sufrir nuestros abuelos en los años 50».
Según han lamentado, antes del cierre que ayer a las tres de la tarde dejó a los ciudadanos sin médico hasta las ocho de la mañana del día siguiente, nadie ha escrito una carta a los ayuntamientos ni a los vecinos, y han mostrado un folleto informativo que se ha dejado en los municipios donde les derivan a un número de teléfono de información sanitaria.