El gamberrismo se está convirtiendo en una tónica habitual en el municipio conquense de Tarancón. En especial, se están cebando con el programa de huertos urbanos que prepara el consistorio taranconero. Los técnicos del ayuntamiento evalúan los daños para que los vándalos sepan a cuánto ascienden las perdidas de sus actos.
Taza de váter que apareció en una centrica calle de Tarancón
La ciudad de Tarancón (Cuenca) está sufriendo una ola de actos vandálicos que tiene preocupada a la ciudadanía taranconera y al consistorio de la localidad. El vandalismo se está convirtiendo en una práctica usual y desde el ayuntamiento se solicita colaboración ciudadana para que entre todos se termine con estos sucesos. Reclaman especial atención a padres con hijos adolescentes porque se cree que estos actos son cometidos por personas jóvenes.
Encastillalamancha.es ha hablado con la portavoz del ayuntamiento y concejala de Medio Ambiente, Riánsales Pérez, quien avisa que si se localiza a los gamberros “lo tendrán que pagar”. Pérez explica que estos actos “suelen pasar normalmente” y han llegado hasta tal punto que se encuentran con “algo tan rocambolesco como una taza de váter estampada en el centro de la ciudad”.
La Policía Local y la Guardia Civil están al tanto de la situación y han aumentado la vigilancia. Aunque Rían Pérez cuenta que cuando unas zonas son vigiladas, los vándalos hacen de las suyas en otra parte de la ciudad.
COLABORACIÓN CIUDADANA ANTE EL VANDALISMO
Según la portavoz, la clave para combatir estas prácticas es la colaboración ciudadana. Pide a los vecinos que si alguien sabe algo sobre los destrozos avise rápidamente de ellos. Pone especial hincapié en que los padres con hijos adolescentes estén atentos a los movimientos de sus hijos. Los agentes de seguridad ya tienen un informe de los técnicos de las huertas evaluando las pérdidas, de este modo los gamberros saben lo que cuestan sus actos.
DESDE BANCOS EN EL PARQUE HASTA EL MOVILIARIO DEL HUERTO
Los gamberros no hacen distinciones, bancos del parque, baldosines de las aceras, ventanas o mobiliario de todo tipo sucumben ante su paso. Rían Pérez cuanta como los trabajo que se realizan durante el día en el huerto urbano es destruido por la noche. Nadie reclama la autoría de los desperfectos por lo que se cree que se hace por “diversión”.
Acera destruída por los gamberros
Ventana destrozada en el huerto urbano de Tarancón