Los gobiernos central y autonómico y la mancomunidad de aguas del Sorbe han suscrito un convenio para la puesta en marcha de infraestructuras hidráulicas en el corredor del Henares (Guadalajara), desde el embalse del Alcorlo, que beneficiarán a 400.000 vecinos e impulsarán el desarrollo económico.
La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha presidido, en el toledano Palacio de Fuensalida, la firma del convenio marco de cooperación en virtud del cual se podrá llevar agua en calidad y cantidad, en un primer momento, a doce municipios de Guadalajara y uno de Madrid, y después beneficiará a un total de 44 localidades.
Mediante este acuerdo, se pondrán en funcionamiento las infraestructuras de abastecimiento Alcorlo-Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Mohernando y la tercera conducción de la mancomunidad de aguas del Sorbe, lo que se calcula será una realidad en un plazo de unos seis meses.
Se trata de unas obras que ya estaban construidas desde hace tiempo, pero que todavía no habían entrado en servicio por falta de acuerdo entre administraciones, según han explicado quienes han rubricado el acuerdo.
El convenio de cooperación ha sido suscrito por el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas, la consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Marta García de la Calzada, y el presidente de la mancomunidad de aguas del Sorbe, Jaime Carnicero.
Éste ha destacado que con las obras que entrarán en funcionamiento «se cierra el círculo» de la modernización del abastecimiento al corredor del Henares.
La conexión del pantano del Alcorlo a la ETAP de Mohernando, ha explicado Carnicero, estaba acabada ya hace dos años, pero no se había abierto por la falta de acuerdo de las administraciones, que ahora sí se ha logrado y supondrá un plus de suministro de 16 hectómetros cúbicos.
A ello se une la tercera conducción, una «autopista» para llevar el agua a los municipios y, con ello también, generar empleo y actividad económica, ha indicado el presidente de la mancomunidad del Sorbe, que ha agradecido a las dos administraciones su implicación.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, por su parte, ha indicado que con el acuerdo de hoy se sientan las bases para desarrollar las infraestructuras en un futuro muy próximo y, además, se acaban con viejas disputas.
«El agua no es un campo de batalla», ha asegurado Ramos de Armas, quien ha añadido que, por el contrario, es un instrumento para generar progreso.
La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha hecho hincapié en que estas obras estaban terminadas hace mucho tiempo, pero la falta de diálogo y cooperación había impedido su entrada en funcionamiento, y con ello, ha lamentado, los perjudicados han sido los vecinos.
«Esto es una barbaridad», ha criticado Cospedal, que ha recordado que las obras costaron 29 millones de euros y no se estaban utilizando, aunque ha asegurado que la voluntad de los gobiernos de España y de Castilla-La Mancha es que algo así no vuelva a ocurrir.
Con independencia del color político, lo más importante tienen que ser siempre los intereses de los ciudadanos, ha dicho la presidenta regional, que ha insistido en que siempre hay que tener en cuenta el sentido común y el interés general.
Cospedal ha subrayado que el acuerdo de hoy garantizará el abastecimiento de agua en calidad y cantidad a 400.000 vecinos y contribuirá al crecimiento y el impulso económico de la zona.
Es, ha dicho, un ejemplo de cooperación entre administraciones, después de una etapa en la que el agua era un elemento de discusión y enfrentamiento político.