El cultivo y la venta de la droga había causado gran alarma social entre los vecinos de Mascaraque (Toledo), pero al final la Policía Nacional resolvió la situación, detuvo a la pareja que se dedicaba a ello y desmanteló la base de operaciones, que era un chalé en la citada localidad, tal y como ha informado la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha.
La pareja había alquilado el chalé y se dedicaban al cultivo y a la preparación para la venta de la marihuana. Tras su detención se requisaron 25 kilos de plantas de cannabis que se encontraban plantadas en el patio de la casa y dos kilos más de marihuana preparada para su venta y repartidas en diferentes soportes como cajas de plástico y botes de cristal.