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Audiencia Provincial de Albacete - 10 mayo 2017 - Albacete

El joven albaceteño que ha sido juzgado hoy por haber violado tres veces a una niña de 13 años, conocida de su familia, ha admitido que mantuvo relaciones sexuales con la menor pero que éstas fueron consentidas, en la vista oral que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Albacete.

En el transcurso del juicio, que ha quedado visto para sentencia, el procesado ha alegado que las relaciones sexuales fueron consentidas y que ocurrieron en un período de tiempo en el que ambos llevaron una relación sentimental «secreta».


Asimismo, ha precisado que esta relación tuvo lugar unos pocos meses antes y después de que él alcanzara la mayoría de edad.

El acusado ha reiterado que fueron relaciones consentidas y ha relatado ante el tribunal: «Teníamos una relación de amistad, tonteamos por las redes sociales, y hubo una relación secreta».

Los encuentros sexuales existieron, pero sin obligar a la niña a nada, ha insistido el acusado que ha asegurado que era ella la que lo llamó para ir a su casa.

La denuncia se debió a «rencor o celos», porque «yo andaba con otra novia, jugué a dos bandas, ese fue mi error», ha comentado al procesado, quien preguntado por qué primero, tras la denuncia, negó las relaciones sexuales, ha dicho que lo hizo «por miedo, me asusté».

[ze_summary text=»El acusado señala que la denuncia se debió a rencores o celos»]El acusado señala que la denuncia se debió a rencores o celos[/ze_summary]Sin embargo, la denunciante ha explicado que accedió a las relaciones sexuales «forzada», menos la última vez, que tuvo lugar el 7 de octubre de 2013, dos días antes de denunciar, porque esa vez quiso experimentar «lo que se sentía al tener relaciones consentidas».

En el juicio también ha salido a la luz un mensaje que la menor colgó en su perfil de una red social un año después de denunciar, donde con una foto del procesado puso como título «mi novio».

Las forenses que han testificado en la vista oral han dicho que no siente «temor ni rechazo» al agresor, y que la discapacidad que sufre le hace «no entender la entidad de los hechos de los que fue víctima».

Por su parte, la madre de la menor, que ya no convive con ella, ha señalado que no notó ningún cambio en su hija, y que «miente» muchas veces, incluso ha denunciado también a su padrastro por presuntos tocamientos.

En la vista, el fiscal y la abogada de la acusación particular han mantenido su petición de que el procesado sea condenado a 42 años de prisión (14 por cada delito de agresión sexual) mientras que la defensa ha solicitado la libre absolución del procesado.

Según las acusaciones, los hechos juzgados ocurrieron entre abril y octubre de 2013, cuando el procesado violó a la niña -que ahora tiene 17 años-, que sufre un déficit cognitivo que la hace «vulnerable» a manipulaciones y engaños.

Han sostenido que el procesado acudió un día de abril de 2013 y dos días de agosto de ese mismo año a la casa de la menor, y la obligó a abrirle bajo intimidaciones, para luego forzar a la niña a mantener «relaciones sexuales completas».

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