El sindicato Acaip-UGT ha denunciado que dos internos se han enfrentado a los funcionarios de el Centro Penitenciario Ocaña II, en Toledo, en un incidente que ha calificado como el más grave que se ha producido este año en la cárcel.
En una nota de prensa, el sindicato ha informado este lunes que el incidente ocurrió en la tarde este domingo, y ha asegurado que se vivió «una situación de extrema peligrosidad» cuando un interno se dirigió de manera amenazante a uno de los funcionarios de servicio.
Al acudir para tranquilizar la situación, este interno se abalanzó contra el trabajador del centro empujándolo contra la pared y tuvo que intervenir otra compañera de servicio a la vez que se solicitaba ayuda al resto de trabajadores, ha indicado Acaip-UGT.
Asimismo, ha explicado que a este interno le secundó en su acción otro preso que intentaba impedir la ayuda a los trabajadores afectados, así como que ambos presentaban signo de intoxicación por algún tipo de sustancia.
Pinchos carcelarios de fabricación casera
En el cacheo y requisa posterior se les encontraron pinchos carcelarios de fabricación casera que podrían haberse empleado como armas contra los empleados públicos penitenciarios, ha añadido el sindicato.
Acaip-UGT ha considerado que «no se trata de una agresión más, sino de las más graves ocurridas en el centro toledano«, en la que no ha habido que lamentar lesiones de los trabajadores «gracias a su pericia y saber hacer, por lo que no figurarán en las estadísticas oficiales de agresiones a funcionarios de prisiones».
En este sentido, el sindicato ha lamentado que estos trabajadores «a día de hoy siguen sin tener la consideración de agentes de autoridad«, porque la ley que iba a dársela «lleva paralizada en el Congreso desde el mes de marzo y que se acerca el fin de la legislatura sin que se haya llevado a término».
Además, Acaip-UGT ha reclamado «un verdadero protocolo contra las agresiones que sufren los trabajadores penitenciarios», puesto que el actual «se ha mostrado totalmente inoperante ya que no ha servido para reducir el número de agresiones».
«En su lugar nos encontramos con que el 2022 está siendo el más violento de los últimos cinco años a pesar de la reducción del número de internos que se ha producido», ha advertido el sindicato, que ha agregado que por este motivo retiró su firma del protocolo específico de agresiones (Peafa) el pasado mes de julio.
Para Acaip-UGT «son necesarias nuevas medidas y que las agresiones a los trabajadores no queden impunes o con una mera sanción administrativa, además es necesario el apoyo y refuerzo que necesitan los trabajadores después de haberse enfrentado y sufrido situaciones de extremada violencia».