Unos prismáticos y dos visores, uno de ellos nocturno, que se encontraban enterrados a más de medio metro de profundidad y que pertenecían al cazador Antonio Fernández Muñoz, quien fue encontrado muerto hace unas fechas después de estar varios meses desaparecido -hay tres personas detenidas como presuntas autoras de su muerte- han sido localizados por la Guardia Civil en una vivienda derruida en el camino Los Caños, de Talavera, tal y como informa la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha en una nota de prensa.
La vivienda se encuentra muy cerca del domicilio de uno de los detenidos, que responde a las iniciales R.G.G., y parte de estos objetos se encontraban envueltos en una bolsa de plástico, mientras que los otros fueron hallados en el interior de una bolsa de calzado deportivo.
Como recordarán, el cuerpo sin vida de Antonio Fernández apareció el sábado 15 de febrero enterrado en un saco y con la cabeza cubierta. Había desaparecido el 30 de septiembre de 2013 después de ir a cazar a un coto de Belvís de la Jara (Toledo), y desde entonces la Guardia Civil había intensificado su búsqueda. Días antes habían detenido a tres personas, que eran los acompañantes de Antonio el día que salieron de caza.