La localidad manchega de Argamasilla de Alba ha sufrido en los últimos días una oleada de robos en el campo, con asaltos a explotaciones agrícolas y casas de campo.
Vehículos, bombas de riego, cable de cobre, trasformadores, motores, maquinaria, gasóleo, aceite y herramientas han sido algunos de los objetos robados. Además, en una de las naves intentaron llevarse un camión sin conseguirlo. Incluso han sustraído equipos de alarma instaladas en las explotaciones, así lo ha denunciado Asaja en nota de prensa.
Al coste del material robado, cuantioso en el caso de los equipos de riego, hay que sumar los daños causados a los agricultores, que se encuentran en plena campaña de riego y esto les retrasa y dificulta sus labores. Y es que para arrancar unos 10 ó 15 metros de cable destrozan todo el sistema eléctrico de la explotación, inutilizando transformadores, cuadros de mando y bombas de riego. El presidente de Asaja Argamasilla de Alba, Cristóbal Jiménez, señala que «arrancan las cosas a golpes y los daños son enormes, teniendo que reponerlo todo».
MÉTODO PECULIAR
Entre los métodos empleados en estos golpes destaca uno, al menos peculiar, la utilización de un tordo para ir comprobando en qué transformadores hay corriente eléctrica, saltando la luz cuando el ave se electrocuta.
Además de en Argamasilla de Alba los robos continúan produciéndose en otras localidades como Daimiel, Alcázar de San Juan, Pedro Muñoz, Campo de Criptana, La Solana o Herencia, donde el principal botín son también los equipos e instalaciones de riego.
REFORMA DEL CÓDIGO PENAL
Desde Asaja exigen una vez más y con carácter de urgencia la reforma del Código Penal, anunciada hace ya varios meses por los ministros de Interior y Justicia como una prioridad legislativa para tratar de manera adecuada la delincuencia multireincidente, única forma de atajar una situación que preocupa muchísimo a agricultores y ganaderos.
Además, reiteran la demanda de una mayor presencia policial en el campo, en especial en las zonas más afectadas y en los periodos más conflictivos (noches, fines de semana y festivos).
También solicitan un control exhaustivo y rigurosos en los posibles puntos de destino de este tipo de materiales robados, comprobando en chatarrerías y desguaces la procedencia de los objetos y verificando sus contratos de compraventa.