El portavoz de la familia del marido de la exconcejala asesinada en Quintanar de la Orden (Toledo) en enero de 2016, José Bernardino Tello, cree que «ha sido un linchamiento lo que ha pasado con Javier». Están «convencidos de su inocencia» y ahora tanto Javier como el resto de la familia «podrán todo su empeño en encontrar al culpable».
Imagen de la concentración que se produjo en enero en las puertas del Ayuntamiento de Quintanar para exigir justicia por el asesinato de Isabel Laureana.
El pasado 27 de septiembre Javier Carrión salió de la cárcel en la que llevaba más de nueve meses, desde el pasado 11 de enero, día en el que le detuvieron como sospechoso del asesinato de su mujer, Isabel Laureana. La exconcelaja del PP en el Ayuntamiento de Quintanar fue asesinada tras recibir 40 puñaladas. Carrión era el único sospechoso de este crimen, pero la prueba de ADN que había en el puñal no coincide con el suyo y por eso ha sido puesto en libertad bajo fianza.
El portavoz de la familia, José Bernardino, ha explicado a encastillalamancha.es que es «una experiencia de la que no se va a recuperar nunca», ya que ha estado en la cárcel y «no pudo enterrar a su mujer».
Según Bernardino, se ha producido «un linchamiento» con Carrión, a quien se le había culpabilizado antes de ser juzgado. Javier todavía no ha sido declarado inocente pero desde la familia están «convencidos de su inocencia», para ellos «la prueba del ADN es definitiva».
«Los que ahora nos preocupa es encontrar al culpable«, comenta el portavoz. Para ellos había dos objetivos, uno que saliera Javier de la cárcel y el otro encontrar al autor del crimen para lo que tanto Javier como la familia «pondrán todo su empeño».