Cuatro años y nueve meses de prisión y una indemnización de 4.950 euros para la víctima es la condena que el juzgado de lo Penal 3 de Albacete ha impuesto a un hombre por haber robado las joyas de su abuelastra, con quien vivía, llegando incluso a drogarla una vez para quitarle las que llevaba puestas.
La sentencia dictada por el tribunal albaceteño considera a Enrique R.S., de 33 años, culpable de un delito continuado de hurto y otro de robo con violencia en casa habitada, por unos hechos que sucedieron cuando vivía en la ciudad con la víctima, que es viuda del abuelo fallecido del acusado.
El juez considera probado que el hombre, que vivía con la mujer desde febrero de 2013, «en distintas ocasiones» fue robando joyas que la mujer, de 73 años, guardaba en una caja debajo de una cama, y que luego las vendió.
Después, «una vez hubo sustraído todas las alhajas», decidió «quitarla a su abuelastra las joyas que llevaba puestas» y, para ello, «pensó que la manera más fácil era suministrarle a la anciana sustancias psicotrópicas que él consumía por prescripción médica».
El día en que drogó a la anciana fue el 9 de abril del pasado año, por la noche, cuando la mujer, «estando sentada en un sillón del salón», se desvaneció «debido al efecto de las benzodiacepinas» que el acusado le había suministrado y que el procesado aprovechó para quitarle «una de las dos cadenas de oro que llevaba al cuello».
Las joyas robadas están valoradas en 4.950 euros y el hombre estaba ya en situación de prisión provisional desde que fuera detenido el 23 de abril del año pasado, con lo que ahora tendrá que cumplir el resto de la condena.