La Audiencia Provincial de Albacete ha condenado a 23 años de prisión por un delito de asesinato en concurso con uno de allanamiento de morada para el hombre que mató a puñaladas a su excuñada cuando ésta salía de su casa.
Lo hizo como venganza por el proceso de separación que el asesino vivía, y del que culpaba a la familia de su esposa.
La condena incluye también el pago de una multa de 1.440 euros y la indemnización de 120.000 euros para las hermanas y los padres de la víctima.
La sentencia ha sido dada a conocer este lunes por el Tribunal Superior de Justicia después de que un tribunal de jurado encontrara culpable al único acusado, que cometió el crimen la mañana del 4 de junio de 2018.
La apuñaló varias veces por la espalda
La sentencia relata cómo ocurrió el crimen a partir de los hechos que el tribunal de jurado dio por probados, es decir, que esa mañana el acusado fue a casa de la hermana de su esposa “a fin de matarla”.
Llevaba consigo “una mochila con todos los utensilios para cumplir su plan y evitar ser descubierto”, entre ellos dos cuchillos de cocina y un machete militar.
El condenado esperó a su víctima junto a la puerta de su casa y, cuando ella salió para ir a trabajar, “la empujó fuertemente”, cayó al suelo en el interior de su piso, y allí el homicida “la apuñaló varias veces en la espalda”, con numerosas cuchilladas tanto en la espalda como en muslo y cabeza.
Después, el asesino la arrastró hasta la cocina, “donde sacó un machete” y “la acuchilló nuevamente en pecho, abdomen y cuello para acabar con su vida”.
Finalmente, “sin más intención que la de incrementar su dolor”, dice la sentencia, le hizo dos cortes en el cuello y otros dos en las mejillas.
La Audiencia, en un fallo que es recurrible ante la sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia, señala también que el condenado padecía trastorno de personalidad, pero “no le afectaba a su capacidad de saber lo que hacía ni para decidirlo”.