Como se recoge en la sentencia de la Audiencia Provincial de Toledo, A.E.F.P. era director (gestor de clientes) de la sucursal del Banco Santander en La Puebla de Montalbán (Toledo) y se aprovechó de su puesto para disponer a su antojo del dinero de sus clientes y llegó a quedarse con 90.760 euros, que posteriormente devolvió.
En el año 2008 A.E.F.P. era el director (gestor de clientes) de la sucursal del Banco Santander en La Puebla de Montalbán (Toledo). Aprovechándose de esa circunstancia efectuó 17 operaciones irregulares que consistían en realizar reintegros fraudulentos, ingresos en efectivo que anulaba una vez que el cliente había abandonado la entidad bancaria e imprimiendo en folios la actualización de las libretas para no imprimirlas en las cartillas, disponiendo así de cantidades de dinero que los clientes tenían depositadas en sus cuentas abiertas en la entidad bancaria sin que contase con el consentimiento de los mismos.
La Audiencia Provincial de Toledo, tras el juicio oral, ha dictado sentencia donde se recoge que condena al acusado como «autor criminalmente responsable de un delito continuado de apropiación indebida» a dos años de prisión, «con la accesoria de inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo durante todo el tiempo de la codena, así como al pago de las costas causadas en el procedimiento».
DISPONÍA DEL DINERO DE LOS CLIENTES
A.E.F.P. disponía a su antojo del dinero de sus clientes. Entre junio y septiembre de 2008 se apoderó de la cantidad de 90.760 euros, eso sí, lo devolvió posteriormente. Primero una cantidad de 25.260 euros y luego otro montante de 59.500 euros.
En algunos casos fueron cantidades relativamente pequeñas que rondaban los 800 y 1.000 euros, pero hay clientes que llegaron a entregarle más de 40.000 euros que iban destinados a sus cuentas bancarias o a contratar productos a plazo fijo y que se quedaban en manos del banquero, eso sí, como ya se ha apuntado, la sentencia recoge que A.E.F.P. finalmente devolvió todo a los afectados.
A.E.F.P. no irá a la cárcel porque, según explicó su abogado, la condena no supera los dos años de prisión y no tiene antecedentes penales.