Un joven de 18 años, que responde a las iniciales I.D., fue detenido por la Guardia Civil después de que protagonizara una fuga temeraria por la autovía A-4 que terminó en el cauce de un río. Tenía sus razones para intentar escaparse, los 60 kilos de hachís que transportaba en el interior del vehículo que conducía.
Fue la tarde del 28 de febrero, cuando una patrulla de Tráfico de la Guardia Civil de Madridejos (Toledo) observó un vehículo averiado en sentido Madrid, por lo que se dispusieron a realizar un cambio de sentido de la marcha para auxiliar al conductor.
Cuando se acercaban, vieron cómo un segundo coche, de matrícula francesa, se había detenido brevemente en el mismo punto, pero al verlos reinició la marcha y se incorporó a la carretera de forma precipitada, poniendo en grave riesgo al resto de conductores. Por lo que iniciaron su persecución.
Durante varios kilómetros el coche fugado realizó varios cambios bruscos de carril a gran velocidad, abandonando la autovía en el término municipal de La Guardia y continuando la marcha por un camino de tierra. Así estuvo durante dos kilómetros, hasta que sufrió una salida de la vía y se metió en el cauce de un río, por lo que cuando llegaron los agentes tuvieron que auxiliarle para salir.
No acabó ahí el asunto, puesto que una vez fuera del coche el conductor intentó zafarse de los agentes y marchase de nuevo, esta vez a pie. No lo consiguió, lógicamente.
En una posterior inspección del coche descubrieron que en el maletero había dos bolsas de deporte con 60 kilos de hachís. El juez ordenó su ingreso en prisión.