Los responsables de los servicios de extinción del incendio de la Sierra Norte de Guadalajara confían en poder controlar el fuego antes de las dos de la tarde, cuando aumentarán las temperaturas y hay previsión de fuertes rachas de viento.
La consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, ha informado desde el puesto de mando, situado a tres kilómetros de Tortuero, de la que la situación es «más tranquila» que el miércoles, aunque el incendio ha quemado unas 1.300 hectáreas del parque natural de la Sierra Norte de Guadalajara.
No obstante, Soriano ha precisado que la mayoría de la superficie arrasada es de monte bajo y, por tanto, de «fácil regeneración», aunque el foco del fuego, que ha podido provocar una máquina cosechadora, está ahora en una zona arbolada.
Asimismo, ha enviado un mensaje de tranquilidad a los doscientos vecinos de Tortuero y Valdesoto que ayer tuvieron que ser evacuados de sus casas hasta Tamajón, ya que si la situación mejora podrán volver pronto a sus casas.
Según ha dicho a Efe el alcalde de Tamajón, Eugenio Esteban de la Morena, los vecinos evacuados han pasado la noche bien, aunque intranquilos por miedo a perder sus casas y sus bienes.
Ha concretado que en Tamajón han dormido unas 80 personas, ya que la mayoría de los evacuados prefirieron irse con sus familias a otros municipios o a Guadalajara capital.
En las tareas de extinción participan una veintena de medios aéreos de la comunidad de Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, que está limítrofe a la zona del incendio, y también del Ministerio de Agricultura, así como 43 medios terrestres, hasta un total de 350 personas, incluidos efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
El incendio se declaró a mediodía del miércoles entre los términos municipales de Valdepeñas de la Sierra y Tortuero en un campo de cereal junto a la carretera GU-1065 y que podría haber originado una cosechadora, según los primeros indicios.