Los agentes de la Benemérita encargados de estudiar las pruebas halladas en el lugar del suceso han asegurado que encontraron restos de semen de Diego Z.L., acusado de asesinar a su pareja sentimental en 2008 en la localidad de Horna (Guadalajara).
Los peritos del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil encontraron restos de semen de Diego Z.L., acusado de asesinar a su pareja sentimental en 2008 en la localidad de Horna (Guadalajara), en dos preservativos hallados en el lugar donde presuntamente acabó con la vida de la víctima.
Estos datos se encuentran en el informe pericial realizado a partir de los restos hallados en la escena del crimen y que ha sido mostrado al jurado popular que debe determinar si el acusado es culpable de homicidio, como alega su defensa, o de asesinato, como sostienen las acusaciones.
Los agentes de la Benemérita encargados de estudiar las pruebas halladas en el lugar del suceso han asegurado que dos de los tres preservativos encontrados en el lugar donde supuestamente se cometió el crimen contenían restos biológicos de Diego.
Esta afirmación refuerza la tesis de la defensa, que sostiene que el lugar del crimen era un paraje al que el acusado y la víctima, así como otras parejas, solían acudir para tener relaciones sexuales, mientras que la fiscalía cree que la elección del lugar responde a que Diego pretendía que la víctima no pudiera tener ningún tipo de ayuda por tratarse de un lugar solitario.
Asimismo, también se halló otro preservativo y un pañuelo en la zona que arrojó muestras positivas de ADN de un hombre y una mujer distintos, por lo que los agentes han aseverado que, en base a las evidencias, se podría decir que estaban en «un lugar de encuentros íntimos».
En cualquier caso, los agentes no han podido determinar cuando fueron usados los preservativos, algo que el jurado ha preguntado directamente, ya que las pruebas de ADN no permiten establecer la fecha de las relaciones sexuales.
GOLPEÓ EN 13 OCASIONES A LA VÍCTIMA
Los mismos guardias civiles han revelado que en la piedra que supuestamente se usó para golpear en 13 ocasiones a la víctima había restos de sangre y cabello, aunque no estaban en suficiente buen estado -el hallazgo se hizo 24 días después del crimen- como para determinar si eran de la joven fallecida.
Otro de los asuntos de la sesión ha sido la escopeta de caza, hallada 19 días después del suceso cerca de Zaragoza, y que puede resultar clave a la hora de establecer si el acusado actuó con alevosía, llevándola a su encuentro con la víctima, o, por el contrario, la cogió tras el crimen con la intención de suicidarse, como él mismo relató durante su declaración.
En ese sentido, el informe de los restos hallados en la escopeta detalla que solo se encontró ADN de la pareja en uno de los cartuchos.
A este respecto, los agentes han precisado que existe la posibilidad de que dichas muestras respondan a que Diego tenía ADN de la víctima en sus manos cuando cargó el rifle o que ambos hubieran tocado el cartucho con anterioridad al crimen.
El jueves acudirán a prestar testimonio los psiquiatras de ambas partes que han examinado al acusado.