Fue el domingo 27 de octubre al mediodía cuando Antonio, el santero de la ermita de La Piedad de Quintanar de la Orden (Toledo), se dirigió al Museo de los Santos Patronos y descubrió que la cerradura de la puerta principal estaba forzada.
Personados los mayordomos de inmediato, comprobaron que la cerradura estaba forzada, tras lo cual comunicaron el hecho a la Policía Local y a la Guardia Civil, que se personaron en el lugar. Estos procedieron entonces a la apertura de la puerta de acceso a la tienda del museo y comprobaron los destrozos efectuados en la misma.
Poco después subieron a la primera planta donde vieron que los daños eran mucho mayores ya que, además de forzar la puerta de la sala de joyas, éstas habían desaparecido y habían destrozado las vitrinas.
La Mayordomia ha presentado la pertinente denuncia en el cuartel de la Guardia Civil y ha comunicado a la población que los mantos, coronas, carrozas y estandartes no han sufrido ningún daño, al igual que el resto del edificio y los detalles de decoración del citado museo.