Iba bien. Pero bien, bien… Un vecino de Guadalajara, de 46 años y cuyas iniciales son R.M., fue detenido en la madrugada del viernes por agentes de la Policía Local tras ser sorprendido cuando realizaba, con su vehículo, una maniobra antirreglamentaria.
Cuando fue neutralizado y ante los evidentes síntomas de intoxicación etílica que presentaba se le hicieron las correspondientes pruebas, en las que dio nada menos que 1,02 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, cuando el máximo permitido es de 0,25. Cuadruplicaba el máximo legal.
Al comprobar su identidad, los agentes se dieron cuenta de que el individuo cuenta con numerosos antecedentes policiales, cuatro de ellos relacionados con delitos contra la seguridad vial.
De hecho, tiene dos sentencias en su contra de suspensión del permiso de conducir, la más reciente en vigor ¡¡¡hasta 2018!!!, por lo que se procedió también a la inmovilización y comiso del vehículo.