La Audiencia de Toledo ha rebajado a cuatro años y medio de cárcel la pena de nueve solicitada para el encargado de un bar de Talavera de la Reina que se utilizaba como ‘tapadera’ para la venta de drogas, para lo cual tenía a tres supuestos camareros, a quienes también se les ha rebajado la pena sustancialmente.
Los acusados, tres de ellos en prisión preventiva y con antecedentes penales por hechos similares, han asumido el delito y han aceptado la pena que les será impuesta en la sentencia de conformidad que dicte la sección segunda de la Audiencia de Toledo.
Así, la pena mayor recaerá en Santiago D.S., arrendatario del bar ‘Paredes’ de Talavera de la Reina, situado en la calle Eusebio Rubalcaba, donde la Policía detectó la venta de drogas, como hachís y cocaína.
Dos de los ‘camareros’, José David F.G. y Aaron P.R., para quienes se solicitaba también nueve años de cárcel, la pena que les será impuesta se reduce casi dos tercios, hasta los tres años y medio de prisión.
Para el cuarto acusado, Rubén P.R., el único de los cuatro acusados que no está en prisión, la pena se le ha rebajado de los nueve años al año y medio de cárcel.
La multa también les ha sido sustancialmente rebajada, ya que si inicialmente la fiscalía pedía más de 51.000 euros a cada uno, la cuantía se ha quedado en 12.700 euros.
LOS ANTECEDENTES
Los hechos se desencadenaron el 20 de mayo de 2010 tras un largo período de investigación por parte de la Policía Nacional que comenzó tras las sospechas de que los acusados utilizaban como tapadera el bar en el que trabajaban para distribuir droga.
Ese día, los agentes policiales detuvieron a los acusados y registraron el bar, además de los domicilios particulares de tres de ellos y el vehículo de uno de ellos.
Durante los registros, los agentes encontraron en el bar y en las viviendas de los acusados hasta un total de 821 gramos de hachís, con un valor en el mercado de 3.779 euros, y 151 gramos de cocaína, con un valor de casi 9.000 euros.
Además, hallaron en el domicilio de José David un revolver detonador así como diversos teléfonos móviles.
En sus conclusiones provisionales, el fiscal considera que las sustancias estupefacientes intervenidas eran de «todos y cada uno de los acusados» y estaban destinadas a ser vendidas ilícitamente por los mismos desde el citado bar talaverano.