Diecinueve personas han sido detenidas, dos de ellas en Seseña (Toledo), y 18 ya están en prisión, en una operación llevada a cabo por la Policía Nacional en varias comunidades y con la que se da por desarticulada una de las redes «más sofisticadas, completas y eficaces» en el tráfico de hachís.
Según ha comentado en conferencia de prensa el director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, en la operación «Energy» los agentes se han incautado además de casi 1.200 kilos de hachís, 8 kilos de speed, 14 vehículos, 90.000 euros, un arma de fuego y dos armas blancas.
«Una magnifica operación», ha dicho Cosidó, quien ha precisado que se trata de «una de las más importantes de los últimos meses contra el tráfico de hachís no sólo por la cantidad de droga y el número de detenidos, sino también porque se trata de una de las redes desarticuladas más sofisticada, completa y eficaz en la introducción de la droga».
Al respecto ha comentado que «participaban directamente» en la producción de la droga en Marruecos, el transporte hasta España, su distribución en el país y su venta.
Para ello empleaban vehículos a los que retiraban todo lo que no resulta imprescindible para su funcionamiento y en estos espacios podían llegar a ocultar entre 400 y 500 kilos de droga.
Una vez cargado el coche cruzaban el estrecho en ferrys de transporte comercial y para no despertar sospechas utilizaban a menores aparentando que se trataba de un viaje familiar.
El primer destino era la localidad de Seseña, en Toledo, viaje en el que se empleaban vehículos lanzadera como escolta, y una vez allí se extraída la droga y se volvía a ocultar con el mismo sistema en otros coches para su distribución.
Además de en Seseña, donde se han practicado 2 detenciones, la red disponía de chalés, pisos y locales en Villanueva del Pardillo (Madrid), localidad en la que ha habido 7 arrestados; Zaragoza, con 2 detenidos; Tarifa (Cádiz), con uno; y Pamplona, Huarte, Villava y Úcar (Navarra), con otros 7 detenidos.
Una de los principales puntos de venta del hachís lo tenían en la localidad de Villava en una tienda de golosinas, donde la droga se distribuía a otros traficantes y se vendía también al menudeo, ha precisado Cosidó.
De esta manera la red, integrada por once personas naturales de Marruecos, aunque dos tienen nacionalidad española, otros siete españoles y un rumano, «cubría todo el ciclo del tráfico con una enorme capacidad de transporte y con una gran presencia en el territorio nacional», ha puntualizado el director general.
El responsable de la operación, el jefe de la UDYCO en Navarra, ha señalado por su parte que la red había «sobornado» a un gendarme marroquí y a un guardia civil.
Ha destacado también el trabajo de sus miembros, hasta el punto de que perros adiestrados no detectaron el speed en un vehículo y la Guardia Civil llegó a dar el alto en la carretera a otro cargado con 500 kilos de droga y les dejó continuar el viaje al no observar nada.