La Guardia Civil de Ciudad Real ha desarticulado una organización criminal especializada en la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y laboral en Tomelloso (Ciudad Real), que tenía conexiones en Rumanía.
Según ha informado hoy la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, en la actuación se ha deteniendo a cinco personas por estos hechos y a otras dos más por estancia irregular en España, todas ellas vecinas de Tomelloso y de Socuéllamos, en la provincia ciudadrealeña.
La operación se inició en agosto del pasado año a raíz de la denuncia formulada por una mujer que declaró ejercer la prostitución en un club de alterne ubicado en Tomelloso cuyos propietarios la obligaban a alternar con clientes con los que no quería, sin recibir dinero por estos servicios.
Según la denuncia de esta mujer, recibía insultos y agresiones y era obligada a vender sustancias estupefacientes a los clientes así como viajar a Rumanía para captar mujeres e introducirlas en España.
La Guardia Civil de Ciudad Real inició la operación ‘Emoge’, que permitió comprobar que la organización criminal investigada estaba perfectamente estructurada y jerarquizada.
Dos personas figuraban como propietarias del citado club de alterne; una de ellas era el jefe del entramado criminal, mientras que la otra reclutaba a mujeres tanto en España como en Rumanía y las trasladaba al club.
Durante el tiempo que han durado las investigaciones los agentes han constatado que las mujeres eran explotadas laboralmente con horarios excesivos (de 17 a 5 horas), trabajaban bajo presión y el club se quedaba con parte de lo ganado por estas tanto cuando ejercían la prostitución como cuando alternaban con clientes (la mitad en las consumiciones a las que eran invitadas por los clientes).
Asimismo, han constatado que eran sancionadas cuando no cumplían las normas del club y tenían que presentar partes médicos cuando no podían trabajar por alguna enfermedad.
La investigación también ha comprobado que la organización había captado a mujeres en Rumanía pagándole el viaje para su traslado al club y ellas, después, tenían que satisfacer la deuda, y que también había reclutado a mujeres en España.
Otra persona, que figuraba como la encargada del local, dirigía el club de manera agresiva y escondía a mujeres para no ser detectadas durante las inspecciones.
Con el fin de desvincularse de estas actuaciones, los propietarios del local utilizaban como gerente a un testaferro.
Una vez obtenidas las pruebas suficientes la Guardia Civil llevó a cabo un registro en diciembre e intervino en el club de alterne numerosa documentación, material informático y 1.065 euros en efectivo.
Detuvieron a M.D., de 37 años, y E.S., de 42; ambas de nacionalidad rumana, así como a H.G.O., de 45 años; J.M.P., de 42, y E.C.G., de 43 años, como presuntos autores de pertenencia a grupo criminal.
Los cuatro primeros eran vecinos de Tomelloso y el cuarto de Socuéllamos y a todos se les acusa, además, de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y laboral.
También han sido detenidas C.V.G., de 27 años, y L.B.M., de 36, ambas de nacionalidad paraguaya y vecinas de Tomelloso, por encontrarse en situación irregular en España.
La operación ha sido llevada a cabo por el grupo de delitos contra las personas de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil.