lunes, 25 de noviembre de 2024
Trabajaban en "fábricas" perfectamente acondicionadas 11/07/2016junio 7th, 2017

La Policía Nacional ha detenido a 22 personas, 12 de ellas en Toledo, y se ha incautado de 39 toneladas de tabaco picado de contrabando introducido desde Bulgaria para ser distribuido en España en la operación «más importante» contra este tipo de prácticas realizada por las fuerzas de seguridad.
El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha informado de esta operación en una rueda de prensa junto con la directora de aduanas de la Agencia Tributaria, Pilar Jurado, organismo que ha cooperado con la Policía en una operación que también ha contado con la colaboración del Ministerio del Interior de Bulgaria.

En el marco de la misma, la Policía ha intervenido 260.656 cajetillas de tabaco, 207.000 cigarrillos sin empaquetar y maquinaria valorada en un millón de euros para fabricar y empaquetar el tabaco con distintas leyendas.


A los detenidos -20 de ellos búlgaros y dos españoles- podrían imputárseles delitos de contrabando, contra la propiedad industrial, blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal y contra la Hacienda Pública.

Doce de ellos han sido arrestados en Toledo, nueve en Málaga y uno en Salamanca, provincias en las que se encontraban las naves en las que fabricaban los cigarrillos.

La organización transportaba desde Bulgaria a España el tabaco a granel oculto en camiones y sin pasar los controles aduaneros y, una vez en España, usaba esas naves «seguras y opacas al exterior» para almacenar el tabaco, convertirlo en cigarrillos y distribuirlo a nivel nacional e internacional.

«SE HAN DESMANTELADO TRES FÁBRICAS EN LUGARES DISPERSOS»

Durante su intervención, Ignacio Cosidó ha dado cuenta de la importancia de la operación «por haber conseguido desmantelar de manera simultánea tres fábricas que se encontraban en lugares dispersos de manera simultánea».

«Nunca antes habíamos desarticulado una organización con este grado de implantación», ha añadido.

Estas fábricas estaban «perfectamente acondicionadas» -con camas, aseos, duchas, una cocina y un comedor- para la estancia de los trabajadores que vivían «con total clandestinidad» durante las «campañas».

Las tres contaban con cámaras de seguridad y sistemas de insonorización para evitar que el ruido de las máquinas fuera detectado desde el exterior y también tenían sistemas de refrigeración y extracción de humo para proteger a los trabajadores de las partículas dañinas que se generaban en la producción del tabaco.

Además, en la nave de Toledo se llegaron a encontrar dispositivos de inhibición de la señal de telefonía móvil para que los trabajadores no se comunicasen con el exterior.

Todo este equipamiento ha sorprendido a los agentes que han llevado la investigación y, de hecho, la responsable de aduanas de la Agencia Tributaria, Pilar Jurado, ha destacado la «perfecta» maquinaria con que contaban los detenidos para conseguir su objetivo que, en algunos casos, llegaba hasta las 500 cajetillas cada tres minutos.

Jurado también recordado que con la distribución de este tabaco, se perdía el importe del impuesto -que ronda a 80% del precio total del producto-, lo que supone una importante carga fiscal perdida.

La investigación comenzó en octubre de 2014, cuando las autoridades búlgaras alertaron a la Policía sobre la existencia de un grupo organizado que podría haberse desplazado hasta España con la intención de establecer fábricas para elaborar tabaco ilegal y crear así una red de distribución a nivel nacional e internacional.

Por último, Cosidó ha alertado a los ciudadanos para que sean «especialmente cuidadosos» cuando consuman este tipo de tabaco por el «peligro que supone para su salud», ya que no está sujeto a ningún tipo de control.

Y ha añadido al respecto: «Ni siquiera los que trabajaban en estas fábricas ilegales consumían ese tabaco».

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