Los tres integrantes de un grupo criminal de carácter internacional que se dedicaban a cometer robos con fuerza en viviendas mediante el método del bumping (utilizar una llave maestra y golpearla con una técnica particular para inutilizar en pocos segundos cualquier tipo de cerradura sin producir daños y sin llevar consigo instrumental específico ni pesado) han sido detenidos por la Policía Nacional en Ávila justo cuando acababan de cometer su último golpe.
De momento se les acusa de 10 robos con fuerza en domicilios, seis cometidos en la ciudad de Toledo, dos en Talavera, uno en Ciudad Real y el último en Ávila, tal y como ha informado la Dirección General de la Policía.
Los tres integrantes del grupo criminal son de nacionalidad georgiana
Los tres detenidos son de nacionalidad georgiana y tras pasar a disposición judicial han ingresado en prisión.
Fue durante enero, febreo y marzo de este mismo año cuando los agentes detectaron en la ciudad de Toledo los primeros robos con fuerza. Todos tenían un denominador común, se cometían en horario de mañana aprovechando la ausencia de los inquilinos, y sustraían joyas y dinero en efectivo.
Cuando los propietarios regresaban a sus casas lo único que apreciaban era que la puerta de entrada no se encontraba cerrada con las vueltas de la llave y que aparentemente no estaba forzada, si bien al acceder al interior encontraban todas las estancias completamente revueltas y comprobando que los habían robado.
Robos que se volvieron a repetir en mayo y en junio, en este caso en Talavera y en Ciudad Real. Y la Policía centró sus sospechas, desde el primer momento, en un grupo itinerante que estaba especializado en este tipo de robos.
Por lo que gracias a la coordinación entre las distintas unidades de la Policía Nacional, a las medidas de control policial que se pusieron en marcha desde Talavera y a los dispositivos especiales de prevención de robos en viviendas que se llevaron a cabo en las ciudades afectadas y principalmente en la ciudad de Ávila, los integrantes del grupo fueron detectados y detenidos la tarde del 11 de julio momentos después de que ejecutaran su último golpe en un piso del centro de la capital abulense.
Los agentes recuperaron todos los efectos que habían ocultado en el vehículo de alquiler en el que se desplazaron hasta la ciudad.
El modo de actuar siempre era el mismo. Alquilaban un vehículo y una misma mañana perpetraban varios robos en diferentes domicilios situados generalmente en la misma zona, regresando de inmediato al lugar de origen. Lo hacían con gran pericia, discreción y rapidez.
Dos de ellos entraban en los domicilios asegurándose previamente que no había nadie en el interior, mientras que el tercero esperaba en el coche haciendo labores de vigilancia. En unos 40 minutos entraban en varios pisos del mismo portal, los desvalijaban y se marchaban sin dejar ningún rastro que permitiera posteriormente su identificación.
Cuando ya tenían un botín suculento abandonaban España. Ninguno de ellos tenía antedentes penales previos y la investigación continúa abierta por si son ellos también los autores de otros robos.
Una operación en la que han participado las Brigadas de la Policía Judicial de Talavera, de Toledo, de Ciudad Real y de Ávila.