La Guardia Civil de Toledo ha detenido a un joven de 23 años en Fuenlabrada (Madrid) como presunto autor de seis delitos de robo y por su pertenencia al recién desarticulado grupo criminal al que se le atribuyen 67 robos cometidos, principalmente, en farmacias y bares, de diferentes provincias. Se trata de la décima detención de un miembro de esta banda, después de que el pasado mes de noviembre la Guardia Civil detuviera a otras nueve personas en la operación «Cruz Verde» como presuntas autoras de robos en las provincias de Toledo, Ciudad Real, Madrid, Burgos, Segovia, Granada y Orense.
En esta operación desarrollada conjuntamente por las comandancias de Toledo y Segovia, quedaron esclarecidos 67 delitos de robo con fuerza en las cosas y se incautaron cuatro armas de fuego, dinero, material audiovisual y productos farmacéuticos.
El nuevo detenido, identificado como G.I.T. y nacionalidad rumana (al igual que el resto de miembros de la banda), fue atrapado en una calle de Fuenlabrada durante la mañana del pasado 5 de febrero, según ha informado la Delegación del Gobierno en nota de prensa.
Este individuo formaba parte de las cinco personas componentes del grupo criminal que la Guardia Civil tenía identificados, pero que se encontraban en paradero desconocido y alguno es probable que se encuentre en Rumanía.
El detenido ha sido puesto a disposición del Juzgado de Guardia de Fuenlabrada.
La operación comenzó en junio pasado, tras la investigación que se puso en marcha en abril por un robo con fuerza en las cosas en farmacias de las localidades de Prádena (Segovia) y de Calzada de Oropesa (Toledo).
ERA UN GRUPO CRIMINAL ORGANIZADO
La Guardia Civil determinó que se trataba de un grupo criminal organizado, del que llamaba la atención tanto la especialización como la forma de perpetrar este tipo de delitos, con rapidez y de forma organizada.
Los agentes montaron un seguimiento en torno a varios de los detenidos, con residencia en las localidades madrileñas de Fuenlabrada y Valdemoro, y comprobaron que, tras una disputa interna, se dividieron en dos grupos claramente diferenciados, pero que continuaban utilizando el mismo sistema para cometer los delitos.
En alguna de sus salidas llegaron a entrar hasta en tres establecimientos, cometiendo cada robo en apenas cinco minutos, para después regresar nuevamente a la localidad de Fuenlabrada.
La Guardia Civil determinó la identidad de 14 personas relacionadas con estos delitos, alguna de los cuales utilizaban hasta tres identidades distintas.