Agentes de la Guardia Civil han detenido al conductor de un vehículo que el pasado 9 de septiembre fue detectado por un radar en Cuenca circulando a 225 kilómetros por hora en la autopista de peaje AP-36, donde la velocidad está limitada a 120 kilómetros por hora.
El conductor del vehículo, un Nissan GT, no fue detenido en ese momento por la velocidad y las circunstancias del tráfico, pero se comunicaron los datos a la Guardia Civil de Tráfico de Madrid, donde el titular del turismo tiene su domicilio, según una nota del instituto armado.
A finales del pasado mes de octubre, los agentes lograron identificar y detener al conductor habitual del vehículo, residente en una población del sur de la Comunidad de Madrid.
Al conductor se le ha imputado un delito contra la seguridad vial por superar en más de 100 kilómetros por hora la velocidad máxima permitida en una vía interurbana.
Podría ser condenado a una pena de tres a seis meses de prisión o a una multa de seis a 12 meses de los ingresos o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90, y, en cualquier caso, la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
El juez o tribunal podrá acordar asimismo el decomiso del vehículo utilizado por considerarse instrumento del delito.