La Policía Nacional ha detenido en Toledo a un empleado de Correos que sustraía cartas que tenían tarjetas de crédito y sus códigos de identificación personal (PIN) para extraer dinero en efectivo, como presunto autor de doce delitos de estafa y otros tantos delitos de descubrimiento y revelación de secretos.
Las investigaciones comenzaron el pasado mes de mayo, a raíz de una denuncia interpuesta en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Toledo por una persona que había detectado diversos cargos fraudulentos en su cuenta bancaria, según ha informado hoy en una nota de prensa el Ministerio del Interior.
Las primeras gestiones permitieron averiguar que todos estos movimientos se correspondían con reintegros en efectivo en cajeros de la capital, para los que se había usado una tarjeta que el denunciante jamás había tenido en su poder.
La Policía Nacional pudo obtener una imagen del presunto autor de los hechos en una entidad bancaria, pese a que el sospechoso había adoptado medidas para que su cara no pudiera ser reconocida.
Una vez conocido su rostro, y gracias a otras informaciones logradas, se realizaron gestiones para determinar su identidad y su paradero.
Finalmente, el sospechoso fue arrestado cuando trataba de efectuar un nuevo reintegro fraudulento en un dispensador de efectivo de Toledo.
Estaba en ese momento en su turno de reparto postal y tenía en su poder de otras tres tarjetas sustraídas, en cuyo anverso había anotado el PIN de cada una de ellas.
Para cometer los delitos, el detenido sustraía cartas remitidas por determinadas entidades bancarias que contenían tarjetas de crédito activadas por defecto.
Días después controlaba la correspondencia en reparto y cuando recibía una nueva carta dirigida a la misma persona, que en este caso contenía la clave personal de la tarjeta sustraída, también se apoderaba de ella.
Cuando se hacía la tarjeta y con el número PIN, el arrestado se desplazaba hasta una sucursal bancaria y realizaba reintegros en efectivo en los cajeros.
Las gestiones practicadas por los investigadores han conducido al esclarecimiento de un total de 12 hechos delictivos que han sido cometidos presuntamente por el detenido durante los últimos cinco años y que le han reportado un rendimiento económico de al menos 10.000 euros en efectivo, aunque no se descarta que esta cantidad sea incluso triplicada.