La Guardia Civil de Almansa ha detenido a cinco personas de nacionalidad irlandesa consideradas miembros de la banda «Rthakaele Rovers», acusadas de estafar mediante el «timo del asfalto» en nueve provincias, pues ofrecieron trabajos de asfaltado a muy bajo precio y luego exigía cantidades de dinero más altas.
La Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha ha informado en un comunicad de que esta banda criminal ha estafado mediante este procedimiento en las provincias de Albacete, Valencia, Sevilla, Ciudad Real, Murcia, Cádiz, Huesca, Orense y Granada, y obtuvieron un beneficio de 40.200 euros.
La operación policial se ha llamado «Irish-Road» y ha supuesto la detención de cinco irlandeses, con edades de entre 18 y 46 años, y quienes son presuntos autores de los delitos de estafa, falsedad documental, amenazas y pertenencia a organización criminal.
Las investigaciones se iniciaron cuando este mismo mes de octubre, un vecino de Almansa denunció que una cuadrilla de obra compuesta por siete ciudadanos irlandeses visitó su finca ofreciendo trabajos de asfaltado a un precio muy económico.
Sin embargo, una vez finalizado el trabajo «le exigieron el pago de una cantidad que excedía ampliamente la cifra pactada».
NUEVA TÉCNICA DE ASFALTADO
Otro vecino de Almansa formuló una denuncia en los mismos términos, aunque esta vez los estafadores garantizaban una «excelente calidad en el trabajo mediante una nueva técnica de asfaltado», pues indicaban que pasados unos días de la realización del trabajo y por la acción del calor, la capa de asfalto subiría y se compactaría perfectamente, una circunstancia que no ocurrió y el denunciante se percató del engaño.
Los irlandeses también realizaron un trabajo similar en el colegio de Valdeganga, informa la Comandancia, donde «llegaron a irrumpir en el centro docente y amedrentar a la directora del mismo, exigiendo el pago inmediato de una cantidad claramente abusiva».
La Guardia Civil montó un operativo policial para arrestar a los estafadores cuando iban a abandonar Almansa, y se constató la pertenencia de los detenidos a un clan de la organización criminal, de dimensión multidelictiva, conocida como «Rthakaele Rovers».
Dicha organización es objeto de la operación internacional «Oakleaf» en la que participan cuerpos policiales de 16 países europeos, entre ellos España.
Los detenidos eran «miembros activos» del conocido como «el clan de los irlandeses» y tenían como característica el ser muy itinerantes y sin domicilio fijo en España, ya que se hospedaban en cámpings y otros establecimientos hoteleros para dificultar su localización.