La Policía ha desarticulado en Madrid y Toledo un clan familiar compuesto por 24 personas especializado en el timo del tocomocho, método mediante el cual habría cometido al menos 70 delitos y habría conseguido defraudar más de 200.000 euros.
La delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, acompañada por el jefe superior de Policía, Alfonso Fernández, ha informado de la operación que ha permitido detener a los miembros del clan, de entre 18 y 71 años y un amplio historial delictivo.
Entre los detenidos hay abuelos, hijos y nietos, que formaban «una auténtica escuela de robo y estafa», en palabras de la delegada del Gobierno en Madrid.
Los investigadores consideran que este grupo, radicado en diferentes localidades de Madrid y de Toledo, es el «más activo y especializado» de los dedicados a este tipo de estafas en toda España
Algunos de los detenidos acumulan más de 30 arrestos previos -los más lejanos datan de 1976- y actuaban sobre todo contra personas mayores.
Alfonso Fernández ha recalcado que este clan «elegía muy bien a las víctimas» y que actuaba en barrios «más bien humildes». Su mayor estafa asciende a una cantidad de 20.000 euros, además de joyas, a una sola persona.
Se les atribuyen delitos de estafa y pertenencia a grupo organizado y actualmente se encuentran en libertad con cargos.
Debido a que se les imputan hechos cometidos a lo largo de toda la geografía española, cada denuncia ha ido a un juzgado distinto, por lo que actualmente se encuentran a la espera de que un juzgado concreto se ocupe de su causa.
El timo del tocomocho consiste en engañar a las víctimas con cupones de lotería supuestamente premiados. Uno de los delincuentes aborda a la víctima y le ofrece -siempre por menos dinero del que corresponde al premio- el billete de lotería agraciado alegando que por algún motivo no lo puede cobrar.
Para dar mayor veracidad aparece un segundo estafador (el gancho) que suele afirmar la autenticidad del cupón exhibiendo la lista falsificada de boletos premiados o «pampa».
Los miembros del clan llegaban a pedir a las víctimas joyas como anticipo y «garantía» de que no fuesen ellos los engañados.
La delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, ha recalcado la vigencia de este tipo de timos -a pesar de su antigüedad- y la importancia de «evitar que la gente mayor se confíe y caiga en ellos».
Sólo en Madrid hubo el año pasado un total de 350 denuncias por este tipo de timos.
Precisamente, el aumento del número de denuncias, sobre todo de los hijos de las víctimas, alertaron a los agentes que dieron comienzo a la operación policial el pasado mes de septiembre.
Ésta sigue abierta y, según ha afirmado el jefe superior de Policía, Alfonso Fernández, se espera finalizarla «en unos meses».