viernes, 18 de octubre de 2024
Tenía una pistola apta para su uso 16/02/2012junio 14th, 2017

Una casa de Santa Olalla albergaba a un individuo de 36 años, español, cuya principal característica es que era un preso fugado de la cárcel de Ocaña y muy peligroso. Se escapó de la cárcel en julio de 2011 aprovechando un permiso. Cumplía una condena de tres años y nueve meses pero se fugó al saber que iba a ser enjuiciado como autor de un delito de homicidio doloso con arma corta, por el que le pedían 54 años de prisión.

La operación «Langui» llevada a cabo por la Guardia Civil dio sus frutos, a pesar de las muchas dificultades que tuvo que superar. Fruto de la misma, un preso fugado de la prisión de Ocaña fue apresado tras ser hallado en una casa sita en una conocida barriada de Santa Olalla (Toledo). F.J.S.R., español de 36 años, tenía muchos antecedentes por delitos graves y antes de fugarse de la cárcel cumplía una condena de tres años y nueve meses por los delitos de usurpación de estado civil, falsificación de documentos, tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas.


El preso fugado residía en una casa muy bien aislada, de muy difícil acceso para los agentes. Además, había suplantado la personalidad de otra persona, llegando a hacerse con vehículos a nombre de la persona suplantada. Se fugó de la cárcel aprovechando un permiso al enterarse de que estaba pendiente de ser enjuiciado como supuesto autor de un homicidio doloso con arma corta, una pistola de 9 milímetros parabellum, en Mérida, por lo cual le pedían una pena de 54 años de cárcel.

El detenido, dice la Guardia Civil, que era una persona muy peligrosa. Cuando fue arrestado se halló en su piso una pistola de 8 milímetros modificada al calibre 6,35 milímetros, además de sustancias estupefacientes. El detenido tomaba meticulosas norma de seguridad y autoprotección para no ser detectado ni seguido, desplegando métodos complejos para no ser identificado.

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