A mediados de enero, un grupo de cazadores se encuentra de montería en el Coto de San Roque de Paredes (Cuenca) cuando se dispara de forma accidental un arma de fuego. Uno de los cazadores resulta herido y salta el aviso al Seprona, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil. Los agentes llegan al lugar de los hechos y se encuentran con un hombre que tiene un disparo en su pierna izquierda, a la altura del tobillo.
Desde la AEGC ( Asociación Española de Guardias Civiles ) informan a encastillalamancha.es que el herido estaba «perdiendo mucha sangre y había que actuar de manera rápida». Los efectivos del Seprona le aplicaron un torniquete para cortarle la hemorragia y le comprobaron las constantes vitales hasta que llegaron los servicios de emergencias, que trasladaron al herido al hospital.
Nos hacen falta más medios
«Cuando se produce un accidente, muchas veces somos los primeros en llegar», confirman desde la AEGC. El 18 de enero, los agentes del Seprona fueron los primeros y esperaron a la ambulancia que, por la dificultad de accesos a la zona, tardó más de una hora en llegar. «Gracias a la actuación de los compañeros, se le ha salvado la vida a este hombre», afirman desde la AEGC.
«Pedimos más botiquines, más materiales y cursos de formación para estas situaciones de emergencia», reivindican desde la asociación. «Todos los guardias civiles deben tener conocimientos en primeros auxilios». El equipo que se usó en la intervención en Paredes era de los propios agentes, no de la Guardia Civil. «Ahora solo cabe esperar a que se tome nota y no se dejen las responsabilidades en manos de los agentes para suplir las carencias formativas», denuncian desde el sindicato.