La historia se remonta a la tarde del 12 de marzo de 2013, cuando unos menores localizaron en un arroyo de Iniesta (Cuenca) el cuerpo sin vida de un recién nacido envuelto en ropa y con claros síntomas de una muerte violenta, circunstancia que se corroboró nada más conocerse el resultado de la autopsia.
Bien, pues 16 meses después el caso se ha resuelto con la detención de dos mujeres, el pasado 29 de junio, como presuntas autoras de la muerte del bebé.
La investigación que se inició entonces y que se conoció como «Operación Rubies» comenzó con las pertinentes comprobaciones en todos los centros de planificación familiar, servicios sociales, centros de salud y hospitales más cercanos, donde buscaron las identidades de aquellas personas que hubiera sido atendida con un cuadro clínico de un parto y que presentara alguna característica anormal, tal y y como ha informado en nota de prensa la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha.
E hicieron lo mismo con los centros de enseñanza, donde preguntaron si alguna alumna no asistía a clase de forma continuada y sin causa justificada. Y en las farmacias, por si habían vendido medicamentos que se pudieran utilizar antes o después de un parto. Investigaciones que se realizaron incluso en los albergues de transeúntes y en los clubes de alterne de la zona.
Todo ello provocó que se realizaran múltiples gestiones y numerosas entrevistas, además de estudiar exhaustivamente la información que facilitaron cinco hospitales, 10 centros de salud, 5 centros de enseñanza secundaria, 17 clubes de alterne, 78 farmacias, seis centros de la mujer y seis albergues. Hasta que dieron con la pista final e identificaron a la mujer que dio a luz al recién nacido que más tarde se halló cadáver.
A partir de ahí se centraron en su entorno familiar y afectivo, con la finalidad de averiguar las identidades de los posibles implicados que le pudieran haber auxiliado en el parto, así como de la persona autora del supuesto asesinato, su ocultación y posterior arrojo a la acequia de la localidad.
Hasta que el 29 de junio fueron detenidas estas dos mujeres, una de ellas menor de edad, y entregadas al Juzgado de Instrucción número 1 de Motilla del Palancar (Cuenca). Inmediatamente después una de ellas ingresó en prisión y la otra en un centro educativo juvenil de menores.
En las investigaciones apoyaron de forma inestimable la Unidad de la Compañía Local de Motilla, la Policía Local de Iniesta, el Instituto de Medicina Legal de Cuenca y el Sescam.