«Vi a un hombre pegar a mi hijo con una barra y, cuando estaba de rodillas en el suelo, vi cómo le disparaban». Es el testimonio de Vidal Juan Mora, padre de la víctima mortal del asesinato de El Carpio de Tajo que se juzga en la Audiencia Provincial de Toledo.
En su declaración ante el tribunal como testigo de los hechos ocurridos el 5 de marzo de 2013, ha contado que ese día estaba con su mujer y su hijo en el domicilio familiar. Esperaban la visita de un trabajador, al que le tenían que dar una cantidad de dinero en efectivo. «Tocaron al timbre y mi hijo fue a abrir; escuché jaleo por lo que salí del salón a ver qué ocurría. Vi entonces a un hombre pegar con una barra a mi hijo. Había otros dos que llevaban una pistola y otra pistola más grande». Tras golperle en la cabeza, «mi hijo cayó al suelo de rodillas y ahí le pegaron un tiro. Entonces sentí un dolor fuerte». Después llegaría el segundo disparo mortal.
Vidal ha afirmado que su hijo llegó a quitarles la barra y que él intentó levantar a uno el pasamontañas pero que le resultó imposible. Se encontraba herido. El primer disparo le alcanzó a él en el abdomen, afectándole al estomágo y al colon. Preguntado por algunas contradicciones que tuvo en su declaración inicial, ha señalado que cuando los agentes le interrogaron se encontraba en el hospital muy sedado. Asegura que «durante dos años he estado noches y noches sin dormir pensando en lo sucedido hasta que me he aclarado con lo que pasó».
En el transcurso del juicio y en declaraciones a los medios de comunicación, la hermana de la joven víctima mortal, Cristina Juan, expresaba su dolor por todo lo sucedido porque «a mi hermano no le veré más». «Le han asesinado en casa y mis padres, de 70 años, lo han tenido que presenciar».