El hombre acusado de matar con un cuchillo a un compatriota marroquí en Añover de Tajo (Toledo) el 1 de septiembre de 2012, ha dicho hoy que tuvo que matar a la víctima «para defender su honor», ya que su esposa tuvo un hijo con el fallecido, Omar S., de 27 años. Durante su declaración en el juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia de Toledo, el inculpado Ben Khalifa Z., de 62 años, ha reconocido los hechos, pero, los ha justificado diciendo de que la víctima, 35 años más joven que él, cortejaba a su mujer, lo que sabían el hermano y la cuñada del fallecido, que le mostraron fotos que probarían esta relación.
«Me hizo perder la vida y yo se la he hecho perder a él», ha declarado el procesado, quien, asistido por un intérprete, ha añadido que este asunto «es muy complejo, que sólo lo puede resolver Dios» y que «es demasiado lo que hizo, me ha jodido».
Preguntado por su abogado si pedía perdón a la familia de la víctima por lo que hizo, el acusado ha señalado que «no pido perdón, el culpable es él y me ha destrozado la vida».
Ben Khalifa ha dicho también ante el jurado que conocía a la víctima, con la que tenía buena relación y que había estado en su casa comiendo en varias ocasiones, pero, que tuvo que matarle para «defender» a su familia y su «honor» y que tiene «pruebas» de que dejó a su mujer embarazada.
Durante la primera jornada del juicio han comparecido tres testigos, uno de los cuales se encontraba en la calle Hermanos Pinzón «tomando el fresco» con la víctima cuando ocurrieron los hechos, sobre las ocho de la tarde del 1 de septiembre de 2012 en Añover de Tajo.
Este testigo, también marroquí, ha explicado que primero pasó delante de ellos el procesado y que les saludó con un «saalam» y que se fue a su casa, cercana al lugar donde estaban, y que volvió en menos de tres minutos.
Que sin mediar palabra se acercó por la espalda a la víctima, que estaba de pie y le asestó una puñalada en el costado con un cuchillo que llevaba oculto.
Tras esto, el herido salió corriendo y tras andar unos 50 metros se refugió en el jardín de una vivienda cercana, donde el acusado se «lanzó» sobre la víctima, que había caído al suelo, y comenzó a propinarle más puñaladas, según este testigo, de nacionalidad marroquí y también de nombre Omar.
TRAS LAS PUÑALADAS SE FUMÓ UN CIGARRILLO
Tras asestarle varias puñaladas en el jardín de la vivienda cercana, el acusado, que estaba «como arrepentido», se fumó un cigarrillo y después se fue en su vehículo, aunque poco después fue detenido por la Guardia Civil.
Los vecinos que estaban dentro de la casa salieron tras escuchar los gritos de auxilio del herido, por lo que llamaron a la Guardia Civil y a los servicios de emergencia, que nada pudieron hacer por salvarle la vida.
La fiscalía solicita 17 años de prisión para el procesado por un delito de asesinato, así como 60.000 euros de indemnización para el hermano de la víctima, mientras que la defensa intentará que se le rebaje la pena hasta dejarla en siete años de prisión por homicidio con las atenuantes de arrebato y obcecación.
El juicio seguirá mañana martes con la declaración de nuevos testigos, entre ellos el hermano del finado y la mujer del acusado.