El acusado del homicidio con arma blanca de un vecino de Alborea (Albacete) ha declarado que la pelea previa la empezó éste al propinarle un puñetazo, que nunca quiso matarle, y que está arrepentido de lo que ocurrió hace ahora un año, el 21 de octubre del año pasado.
La vista oral de este procedimiento ha comenzado en la sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete, donde un jurado decidirá sobre si el causado, G.R., de 60 años de edad y nacionalidad rumana, mató a P.I.N., de 52 años, clavándole en el pecho una navaja que el fallecido había sacado en el transcurso de una discusión, en la calle Villatoya de Alborea.
El acusado, en prisión provisional por estos hechos, ha dicho que no fue él quien inició la pelea con P.I.N., sino al contrario.
«Me lo encontré y le dije que por qué iba diciendo a la gente que yo le debía dinero y era mal pagador; le dije ‘eres basura’, y me volví para meterme al coche y marcharme, cuando me dio un puñetazo en la cara», ha dicho.
Después, según su versión, P.I.N. sacó la navaja, por lo que sintió miedo, sacó un hierro del maletero y salió corriendo, perseguido por P.I.N. hasta un patio cercano.
Allí, ha dicho que golpeó con el hierro en la mano de la navaja y se la arrebató.
«Le podía haber dado en la cabeza con el hierro, pero no le hice nada», ha añadido antes de explicar que la puñalada mortal fue fruto de un forcejeo.
«Me cogió la mano de la navaja, y con la otra me agarró del cuello, en ese forcejeo le toqué con el cuchillo», ha relatado.
La navaja, de ocho centímetros de hoja, causó una herida de tres centímetros, pero la hemorragia provocó la muerte de P.I.N. en minutos.
El acusado ha declarado que se fue corriendo de allí porque «no vi sangre, y él estaba de pie», así que huyó «por miedo».
En el juicio tenía que declarar la pareja sentimental de G.R., que estaba en el coche aparcado junto al lugar de la agresión, pero la mujer se ha acogido a su derecho a no declarar.
Hubo otro testigo de la pelea y la agresión mortal, un hombre que acompañaba al fallecido, pero que está «en paradero desconocido», aunque en el juicio se ha dado lectura a su declaración en el juzgado con una versión distinta de la acusado.
De acuerdo con ese testigo, fue G.R. quien dio un puñetazo a P.I.N., a quien clavó la navaja aunque «no se tocaron».
Asimismo, según esa declaración, la víctima llegó a decir: «me ha pinchado, llama a la policía porque me voy a morir».
El juicio continúa esta tarde con las declaraciones de los agentes de la Guardia Civil que se desplazaron al lugar del crimen.