El único acusado en el juicio por asesinato que ha comenzado hoy en la Audiencia Provincial de Cuenca se ha declarado culpable y ha reconocido que mató de un disparo en la cabeza «por desavenencias en el trabajo» a la víctima, una mujer de nacionalidad ecuatoriana.
Edmundo A.C. también ha explicado que desde aquel momento ha intentado «subsanar el daño en la medida de lo posible», satisfaciendo las cantidades de responsabilidad civil a los familiares de la víctima.
Ante el reconocimiento de los hechos y el arrepentimiento que supone el pago de las indemnizaciones, la Fiscalía y la acusación particular han rebajado las penas que pedían por asesinato de 20 y 25 años de cárcel, respectivamente, a diez, así como de nueve a seis meses de prisión la pena por tenencia ilícita de armas, mientras que la defensa se ha adherido a la nueva calificación.
Durante el interrogatorio, el acusado ha reconocido que tuvo intención de matar a la víctima, que trabajaba y vivía con su marido y su hija menor en el bar de una gasolinera de la carretera de Villalba de la Sierra (CM-2105), propiedad de la familia de Edmundo.
Ha admitido que la tarde del 3 de diciembre de 2011 cogió una escopeta de su propiedad, para la que no tenía permiso, y llamó a la víctima, a la que disparó en la cabeza una única vez y desde una distancia muy corta.
La Fiscalía ha subrayado que el acusado tenía intención de acabar con la vida de la víctima, y que «sabía lo que hacía y quería hacerlo».
Tanto la defensa como el propio acusado, al ejercer su derecho a la última palabra, han hecho hincapié en que durante este tiempo ha satisfecho la responsabilidad civil a los cuatro familiares de la víctima «por encima incluso de sus posibilidades, hipotecando sus bienes futuros».
En la primera sesión de la vista oral han testificado el propio acusado, el marido de la víctima y el forense, que ha confirmado que las heridas demuestran que la mujer no esperaba el ataque cuando recibió el disparo.
También ha confirmado que no se puede acreditar que el acusado no fuera consciente de sus actos por encontrarse en estado de embriaguez, como había apuntado la defensa en su escrito de calificación.
Tras estas declaraciones, las partes han renunciado a todas las demás pruebas testificales y periciales, y se ha pospuesto la sesión hasta las 10:00 horas de mañana, martes, cuando se ha convocado de nuevo al jurado para leer el objeto del veredicto.