El guardia civil que supuestamente mató ayer lunes a un marroquí en la A-3 tras un incidente de tráfico se ha acogido a su derecho a no declarar ante los investigadores del instituto armado y mañana miércoles será conducido ante el juez.
Fuentes de la investigación han dicho que Ángel Luis V.J., de 31 años, no ha querido declarar en la Comandancia de Tres Cantos, donde pasará la noche antes de comparecer ante la titular del juzgado número 7 de Arganda del Rey.
Precisamente, la magistrada que investiga el suceso tiene intención de pedir un informe psicológico del supuesto agresor, que portaba un machete de grandes dimensiones en el vehículo y quien manifestó en un primer momento que tiroteó a la víctima para defenderse.
El detenido, destinado en Quintanar de la Orden (Toledo), disparó contra un hombre de nacionalidad marroquí a las siete y media de la mañana de ayer a la altura del kilómetro 67 de la A-3, en el término municipal de Fuentidueña del Tajo (Madrid), en una recta en la que no hay ni viviendas ni gasolineras.
La principal hipótesis de los investigadores, que han recabado el testimonio de algunos testigos, es que el guardia civil, que conducía un BMW, colisionó con un Opel Zafira con matrícula francesa.
Ambos conductores discutieron, el guardia civil bajó del coche con su arma reglamentaria, persiguió al marroquí, que salió corriendo, y finalmente le disparó en varias ocasiones, alcanzándole sobre todo en la cabeza.
Después, el agente se quedó en el lugar y entregó su arma voluntariamente a los compañeros que llegaron para detenerle.
Ángel Luis V.J. estaba de baja laboral por un problema físico y al parecer nunca lo había estado por un trastorno psicológico.
Hijo de guardia civil, el detenido sufrió hace unos años la muerte de su hermano, también agente del cuerpo que había estado destinado en los Grupos Rurales de Seguridad (GRS).
Mientras, el marroquí fallecido, de 39 años, se encontraba en situación regular en España, residía en la localidad toledana de Illescas y tenía mujer y dos hijos.