Un joven de 20 años conducía por la calle Francisco Aritio de Guadalajara el pasado sábado, pero de forma extraña, tanto que lllamó la atención de la Policía Local.
Hacía derrapes y acelerones bruscos, llegando a perder la adherencia en las ruedas traseras. Los agentes comprobaron que el conductor había bebido demasiado para conducir, ya que las pruebas dieron un resultado de 0.40 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.
El conductor, de 20 años y domiciliado en la provincia, fue detenido por un delito contra la seguridad vial.
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