Las pruebas de balística han confirmado que el autor de la muerte de un hombre en Badajoz y que falleció en Plasencia poco después de ser detenido es el mismo que asesinó a un joven en Cazalegas (Toledo), según han confirmado fuentes de la investigación.
Las casquillos de bala encontrados en las inmediaciones del club de piragüismo de Badajoz el pasado miércoles 6 de febrero donde apareció un hombre muerto de un tiro en la nuca coinciden con el arma que acabó con la vida del joven de 28 años que fue hallado muerto de dos tiros en la localidad toledana de Cazalegas el pasado 30 de enero.
Además, según las fuentes consultadas se trata de una munición nada habitual en España y muy difícil de conseguir.
De este modo, se confirma lo que la Policía Nacional y la Guardia Civil sospechaban desde un principio: que el fugitivo que el pasado viernes falleció después de ser detenido como autor del disparo en la cabeza de un hombre en Badajoz y de intentar secuestrar a un padre y a su hijo en Plasencia, es también el asesino del joven en Cazalegas (Toledo).
Otro dato importante es que el coche del joven toledano apareció calcinado dos días más tarde en el tanatorio de Badajoz.
Fue muy cerca de este lugar, en concreto en las inmediaciones del club de piragüismo, cuando días más tarde apareció otro hombre muerto de un tiro en la cabeza y, al igual que ocurrió en el crimen de Toledo, el supuesto autor huyó del lugar en el coche de la víctima.
El fugitivo, Rafael Robles, se dirigió entonces a Plasencia donde fue sido localizado y detenido, aunque falleció más tarde por causas que tendrá que determinar la autopsia.
Precisamente fue en Plasencia donde el miércoles 22 de enero esta misma persona habría intentado secuestrar a un hombre y a su hijo sin éxito y a los que llegó a tirotear.